La justicia falló a favor de un trabajador minero que fue desvinculado luego de ser acusado de robar la mochila de un compañero. En las declaraciones, sus compañeros afirmaron que se trató de una broma entre ellos.
La Cámara Laboral de Viedma, provincia de Río Negro, ordenó indemnizar a un obrero despedido de la Minera de Sierra Grande por haber sido acusado de robar la mochila de un compañero sin pruebas, alegando falta de confianza.
El hecho se inició cuando desapareció una mochila de uno de los operarios en la mina. El bolso apareció dos días después, en una de las oficinas y tras el sumario, la empresa lo acusó de robo y luego lo despidió. Para el trabajador, la acusación fue un ardid injurioso y “por la falaz imputación” nunca más pudo conseguir trabajo, debiendo paliar la situación alimentaria de su familia con el trabajo de empleada doméstica de su esposa.
Tras las declaraciones, los camaristas tuvieron por acreditado que “desde el punto de vista del actor y de los empleados, se trató de una broma entre compañeros de trabajo” y no de un robo.
Para los magistrados “la cuestión reviste una gravedad importante puesto que implica, respecto de la empresa, una actitud de abandono del servicio y desobediencia de las normas que no puede ser pasado por alto”.
En ese sentido, los jueces agregaron que “el hecho ameritaba la imposición de una sanción grave, quizás hasta una suspensión por el tiempo permitido por la L.C.T., pero no resulta suficiente para decidir la resolución de la relación laboral”.
Finalmente, hicieron lugar a la demanda en cuanto al despido sin causa, pero analizadas las pruebas, no prosperaron los pedidos por daño moral y las costas fueron impuestas a la empresa.
Tras las declaraciones, los camaristas tuvieron por acreditado que “desde el punto de vista del actor y de los empleados, se trató de una broma entre compañeros de trabajo” y no de un robo.