El Senado bonaerense aprobó el proyecto de ley que busca garantizar el derecho a la compresión en la información pública. Regirá para los textos legales y formales.
La Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley el proyecto que busca que todos los textos formales y legales sean escritos con un lenguaje claro para una mejor comprensión de la ciudadanía.
La iniciativa fue de la legisladora Laura Aprile, quien expresó que la nueva ley busca garantizar "la comprensión de los derechos y obligaciones de los ciudadanos, es uno de los deberes centrales que tiene el Estado. Para esto, este debe comunicar sus decisiones de forma clara y efectiva".
La medida establece que los textos deberán ser escritos con un vocabulario corriente, con expresiones sencillas y párrafos breves; evitando tecnicismos innecesarios, evitar palabras en latín y frases excesivamente formales como “Autos y vistos”.
A través de su cuenta de Twitter, Aprile celebró la sanción de la ley y remarcó que "los funcionarios públicos tenemos la obligación de hacernos entender, mientras que los ciudadanos tienen el derecho de poder comprender para desenvolverse cotidianamente, sin confusiones ni incertidumbres, y sin necesidad de intermediarios que deban ‘traducir’ o interpretar”.
La Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, el Poder Legislativo de la Nación, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Sistema Argentino de Información Jurídica (SAIJ) han comenzado a revisar sus propias prácticas de lenguaje complejo y a desarrollar iniciativas para facilitar la información.
En la Provincia de Buenos Aires, puntualmente, se está trabajando en la misma línea, en el área de Legal y Técnica del Ejecutivo, así como en la Secretaría Legislativa de esta Cámara. Hay experiencias de adhesión en varias provincias, a lo largo del país y, de esta manera, se creó una Red de Lenguaje Claro local.
La medida establece que los textos deberán ser escritos con un vocabulario corriente, con expresiones sencillas y párrafos breves; evitando tecnicismos innecesarios, evitar palabras en latín y frases excesivamente formales como “Autos y vistos”.