La presentación fue interpuesta con el apoyo por el grupo observador Judicial Watch y basó sus afirmaciones en declaraciones de un ex piloto de Chávez que buscó refugio en Estados Unidos este mes.
Según el escrito, el dinero fue disimulado como ayuda humanitaria al Talibán, y el embajador, Walter Márquez, hizo los arreglos necesarios para llevar los fondos a Afganistán.
Por su parte la embajada de Venezuela en Washington se negó a hacer comentarios y el embajador Márquez rechazó las acusaciones.
En cambio, para Larry Klayman, director de Judicial Watch, Chávez "se divierte con, apoya y anda con terroristas, y eso empezó antes del 11 de septiembre".
Sin embargo, fuentes del Departamento de Estado norteamericano dijeron que dicho órgano gubernamental no tiene noticias de ningún reporte creíble vinculando a Venezuela con Al-Quaeda y no cuenta con informes de ningún apoyo financiero de ese tipo.