Un informe de la PROCUVIN reveló un marcado descenso de la población carcelaria sin condena en establecimientos federales. Las restricciones a los ingresos y la implementación de medidas alternativas por la pandemia son algunas de las causas del descenso.
La población carcelaria sin condena de establecimientos federales disminuyó casi 25%, mientras que entre los condenados la baja fue del 8%. Estos datos se desprenden del informe anual de la Población Privada de libertad en cárceles federales, elaborado por la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN), a cargo del fiscal Héctor Andrés Heim, a partir de reportes publicados mensualmente por el Servicio Penitenciario Federal (SPF).
El informe reveló que el año culmina con 11.543 personas privadas de su libertad en establecimientos penitenciarios federales. Al finalizar el período, la baja fue de 2.473 personas que equivalen al 17% de la población registrada en 2019.
Luego del descenso más marcado registrado en abril -comienzos de los contagios- la población se mantuvo estable y en el mes de noviembre se registró una leve suba. “Las restricciones a los ingresos y la implementación de medidas alternativas a partir de la pandemia de COVID-19 generó un descenso en el número de personas detenidas”, según indicó el documento.
Desde la PROCUVIN señalaron que, pese al descenso de la población alojada, el año culmina con un nivel de ocupación general del 95% respecto de la capacidad de alojamiento informada.
La población femenina y transgénero mostró el mayor impacto en la variación interanual con una reducción del 35%. Los jóvenes entre 18 y 21 años también registraron una baja superior al promedio general, y tuvo un decrecimiento del orden del 29%.
Desde la PROCUVIN señalaron que, pese al descenso de la población alojada, el año culmina con un nivel de ocupación general del 95% respecto de la capacidad de alojamiento informada. Los complejos I, II y CABA reúnen el 50% de las personas encarceladas en establecimientos carcelarios federales
El descenso de la población tuvo un mayor impacto entre quienes se encontraban encarcelados sin condena pasando de 7.803 a fines de 2019 a 5.838 en 2020, lo que representa una baja del 25%; mientras que entre los condenados la baja fue del 8%.