Una mujer de Río Negro quiso vender una silla por Facebook, fue estafada y la justicia ordenó al banco no descontar préstamos hasta que se resuelva la demanda principal.
Una mujer de Viedma fue estafada tras un simulacro de compra por Facebook, tras intentar vender una silla por el sitio Marketplace. Con diversos artilugios, lograron cambiar su clave de home banking y le sacaron dinero y préstamos de su cuenta.
Un fallo civil ordenó una medida cautelar, que no resuelve el fondo, pero permite que el banco no le descuente el préstamos hasta que se resuelva la demanda principal.
Según los detalles de la causa, el presunto comprador se comunicó, pactó la venta y el mismo día esa persona le envió un comprobante de pago proveniente del Banco Galicia por la suma de $325.000, cuando el valor del producto ofertado era de $3.250.
Luego le manifestó que por error había depositado de mas y le solicitó el reembolso del dinero mal transferido. Tras unos minutos recibió la llamada telefónica del supuesto representante del banco en cuestión, con característica de Capital Federal, quien le expresó que por un error en que habían incurrido sus clientes procederían a bloquear su cuenta porque era muy alto el monto transferido y eso hacía que se considere una operación sospechosa y que para poder solucionar la situación debía acercarse a un cajero automático de su banco y seguir las instrucciones que le brindarían durante la llamada.
La justicia entendió que en la demanda “se verifica el peligro de la demora, en cuanto a la detención de los descuentos que efectúa dicha entidad bancaria. Esto así, frente a la situación que en principio se presenta como crítica y de vulnerabilidad”.
Entonces, la mujer se acercó a un cajero automático, ingresó la tarjeta y la clave, que su interlocutor le indicó que debía cambiar la clave y reemplazarla por otra que ellos le indicarían. Luego tenía que salir y volver a ingresar con el usuario y clave nueva y generar la clave token que le fue solicitada por el interlocutor.
La cuenta quedó bloqueada y concurrió al banco donde le informaron que que había cambiado la clave del homebanking y que tenía acreditado en su cuenta dos préstamos personales por el monto de $150.000 y $40.000 como asimismo transferencias a través de tres DEBIN por los montos de $100.000, $48.000 y $40.000 a distintos CBU.
La justicia entendió que en la demanda “se verifica el peligro de la demora, en cuanto a la detención de los descuentos que efectúa dicha entidad bancaria. Esto así, frente a la situación que en principio se presenta como crítica y de vulnerabilidad”.
El magistrado consideró que en las constancias “este estado, resultan suficientes, en la tarea de evitar que el mantenimiento de la situación, pudiera ocasionar un daño grave e irreparable” e hizo lugar al pedido ““en el marco del principio protectorio del consumidor”.
Por lo expuesto, notificó al banco Patagonia que se suspendan los débitos originados por los préstamos otorgados, por la suma de $150.000 y $40.000, como así también los conceptos derivados de los mismos, como comisiones, otros cargos, intereses resarcitorios o punitorios, o cualquier otro relacionado con los citados préstamos, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo