Ante la caída de una "stablecoin" se interpuso una demanda colectiva en Estados Unidos contra la empresa Coinbase y contra GMO Trust ante la pérdida de su paridad con el yen japones lo que provocó pérdidas millonarias en los inversores.
El pasado 12 de mayo se interpuso una demanda colectiva por daños y perjuicios y solicitud de juicio con jurado ante un tribunal federal en Carolina del Norte, Estados Unidos, contra la empresa Coinbase y la compañía japonesa GMO-Z.com Trust Co. Debido a la caída abrupta en el precio de una criptomoneda “estable” denominada GYEN, cuya misión era mantener una paridad constante con el valor del yen japones, paridad que no se logró sostener.
En el escrito de demanda al cual pudo acceder Diario Judicial, los actores manifiestan que GYEN era una “stablecoin” que estaba colateralizada con otros activos de respaldo, es especial la moneda de dicho país que al ser una históricamente considerada estable, se comercializaba como un tipo de inversión que podía “eliminar prácticamente la volatilidad”, sin embargo, afirmaba que en el primer año desde su emisión “mientras que el yen japonés ha fluctuado sólo un 7 por ciento frente al dólar estadounidense desde enero de 2021, el GYEN ha fluctuado más de un 200% frente al dólar estadounidense.”
Pese a ello, la demanda acusó a Coinbase y a GMO Trust de afirmar que el GYEN tenía una valuación del 1 a 1 con el yen, cuando ambos conocían que esta paridad podía ser modificada abruptamente, y que esa información fue ocultada a los inversores.
La demanda acusa a Coinbase y a GMO Trust de afirmar que el GYEN tenía una valuación del 1 a 1 con el yen, cuando ambos conocían que esta paridad podía ser modificada abruptamente, y que esa información fue ocultada a los inversores.
El texto consignó que en noviembre de 2021 cuando Coinbase admite la compraventa de GYEN muchos inversores corrieron a comprar por su paridad con el yen, lo que rompió la misma y la hizo subir hasta 7 veces de valor, para luego de una corrección bajar un 80% en un día hasta lograr el 1 a 1, como resultado de ello alegan que Coinbase empezó a restringir la posibilidad de vender el activo para terminar suspendiendo las operaciones del mismo sin explicación. Así, mientras ambas empresas se acusaban mutuamente, millones de dólares se perdieron en cuestión de horas, en perjuicio de los compradores de GYEN, quienes compraban pensando que valía lo mismo que un yen y en realidad el precio había subido por encima de este, para luego con la corrección hacerlos perder parte de sus ahorros.
En un escrito inicial de 40 páginas los abogados de la clase demandante, hicieron una serie de alegaciones, sobre el surgimiento de las criptomonedas y las stablecoins, su intento de regulación, el levantamiento de la moneda GYEN y la empresa detrás de la misma, así como la campaña de marketing que promocionaba la paridad con el yen japones. Hablo de como funcionaba Coinbase, y remarcaron también respecto de la caída de la paridad del GYEN, que en el momento que ocurría la empresa de intercambio de activos, primero ponía una alerta advirtiendo a sus clientes de que podían tener problemas para intercambiar esa moneda debido a la inusual actividad de la red, disculpándose por ello y aduciendo que era por las condiciones del mercado, pero en paralelo paralizaba la venta, por lo que los inversores que veían que el precio estaba cayendo no pudieron hacer nada para resguardar el valor de sus activos mientras los veían desplomarse.
Coinbase por su parte había publicado un informe en su blog oficial cuando ocurrió el incidente donde advertían que había un error técnico que al actualizar su base de datos reflejó una disparidad con la cantidad real de GYEN que los clientes tenían en su cuenta y ello fue lo que hizo suspender las operaciones, por lo que la suspensión no estaba relacionada con la pérdida de la paridad GYEN – YEN, la cual se produjo por la importante demanda de la moneda que no pudo ser igualada por la oferta, y que fue así en todos los mercados no solo en Coinbase.
La demanda también expresa que los inversores invirtieron en ello bajo la falsa promesa de estabilidad, y que tras el incidente no encontraron respuestas.
La demanda también expresó que los inversores invirtieron en ello bajo la falsa promesa de estabilidad, y que tras el incidente no encontraron respuestas, más que un servicio de ayuda automatizado que tardaba días en responder, y por su parte GMO tampoco ofrecía un medio de contacto.
A todo esto, la moneda había experimentado una caída similar en otros mercados en mayo de 2021 por lo que aducen era previsible para las empresas que esto pudiera ocurrir nuevamente.
Los demandantes solicitaron que se fije una “clase” incluyendo a “Todas las personas que compraron o adquirieron GYEN en los Estados Unidos o sus territorios en un momento en el que el GYEN no estaba fijado con respecto al yen japonés, y que perdieron dinero por ello.” Y una “subclase” que incluya a “Todos los miembros de la Clase cuyas transacciones de GYEN fueron realizadas a través de Coinbase.”
Negligencia
En nombre de la clase principalmente se acusa por negligencia a GMO Trust al entender de que tenía la obligación de ejercer un cuidado razonable para asegurar la paridad del GYEN, cuyo deber significaba garantizar que existiera un suministro suficiente de la moneda para abastecer a la demanda, que tuviera suficiente moneda fiduciaria de respaldo custodiada por terceros de confianza, implementar procesos que permitan detectar rápidamente la disparidad, actuar ágilmente advirtiendo sobre la misma y garantizar la veracidad de sus declaraciones a los inversores sobre la naturaleza y características de la moneda.
Asimismo, agregaban que la empresa tenía un deber de derecho común de prevenir el daño previsible a otros, y que las practicas desleales o engañosas que afecten al comercio están prohibidas por la ley, lo que incluye el daño a consumidores.
Anexaban que la ley de moneda virtual prohíbe la publicidad engañosa y también se reclamo una Violación de la Ley General de Empresas de Nueva York.
En cuanto a la subclase, se acusó a Coinbase de negligencia, así como de prácticas comerciales ilegales, desleales y fraudulentas, de violar su obligación con los demandantes y la subclase de investigar y supervisar a GMO Trust y al GYEN para garantizar a los clientes que pudieran realizar las transacciones.
Específicamente sostuvieron que debían realizar un “due diligence” sobre estos antes de incluirlos en su mercado, probar el token antes de ofrecerlo en venta para garantizar que pudiera mantener la paridad, implementar procesos que permitan advertir de una posible disparidad, actuar oportunamente advirtiendo y alertando de ello, diseñar e implementar una plataforma donde los clientes tengan garantizado su acceso a sus activos digitales y también garantizar la veracidad de sus declaraciones a los usuarios y potenciales usuarios.
Alegaron que Coinbase también debía prevenir el daño que era previsible (por el incidente de mayo 2021) y que debía ejercer un cuidado razonable para evitar que sus clientes se vean perjudicados por impedirse la venta o negocio de sus activos, con iguales argumentos legales que los desarrollados contra GMO.
Agregaron que era un mercado que podía asemejarse a un corredor de bolsa y que estaba en una posición superior por lo que debió proteger a la subclase.
"Criptocrash" como contexto. Las (ine)stables coins.
Al margen de la demanda, el mundo cripto se enfrenta a múltiples bajas abruptas de los precios, principalmente con la fuerte caída de la moneda “estable” TerraUSD $UST, que en los días previos perdió su paridad con el dólar descendiendo a alrededor de USD 0,09 lo que generó perdidas millonarias en todo el mundo para sus tenedores. Fue un caso similar al del GYEN pero en vez de la paridad estable con el yen, fue en relación al dólar. En el contexto Argentino fue refugio de ahorro de muchos inversores que, ante la imposibilidad de comprar dólares billete y buscando resguardarse de la inflación recurrieron a las llamadas stablecoins y ante el evento perdieron sus inversiones o las vieron reducidas considerablemente.