Una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas con problemas financieros ganó una demanda en Estados Unidos para permitir que sus voluntarios que no son abogados asesoren a las personas de bajos recursos.
Un juez estadounidense determinó que se podrá brindar asesoramiento legal a los neoyorquinos de bajos ingresos que enfrentan acciones de cobro de deudas.
Se trata de una causa impulsada por una compañía que usa tecnología para ayudar a los consumidores de bajos ingresos en asuntos de bancarrota y deuda. El programa desarrollado por Upsolve, llamado Justice Advocates, capacita a personas que no son profesionales para ayudar a los neoyorquinos de bajos ingresos en acciones de cobro de deudas.
Esta asistencia gratuita consistiría, según se desprende de la causa, en ayudar a las personas a completar las casillas de verificación en un formulario de una página proporcionado por el Estado.
El juez resaltó que los abogados, como miembros de una “noble profesión”, juegan un papel único en nuestra sociedad, pero que este sistema diseñado por los demandantes demostró una “una pequeña excepción” a las reglas “bajo la Primera Enmienda”.
Para así decidir, el juez destacó que la propuesta de los demandantes enfrenta un problema: al brindar asesoramiento legal como personas que no son abogados, sus actividades constituirían la práctica no autorizada de la ley ("UPL") bajo varias leyes de Nueva York.
“Corren el riesgo de ser demandados. Por lo tanto, los Demandantes buscan una medida cautelar que impida que el Fiscal General haga cumplir estas reglas contra ellos”, explicó el magistrado.
El juez resaltó que los abogados, como miembros de una “noble profesión”, juegan un papel único en nuestra sociedad, pero que este sistema diseñado por los demandantes demostró una “una pequeña excepción” a las reglas “bajo la Primera Enmienda” a la Constitución de los Estados Unidos.