La UFEM presentó el relevamiento de homicidios dolosos de mujeres, femicidios, transfemicidios y travesticidios cometidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 23 % de los hechos tuvo como víctima a una mujer adulta.
La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) del Ministerio Público Fiscal de la Nación elabora en forma anual un informe sobre homicidios dolosos de mujeres, femicidios, transfemicidios y travesticidios cometidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el marco del Día Internacional de las Personas Mayores que se conmemora el 1° de octubre y que fue establecido por la Asamblea de Naciones Unidas, la Unidad a cargo de la fiscal federal Mariela Labozzetta presentó un análisis particularizado de las modalidades específicas de la violencia homicida.
En 9 de cada 10 homicidios el agresor fue un varón; usualmente más joven que la víctima. En tanto, 2 de cada 3 adultas mayores conocían a sus agresores. Es frecuente y distintivo de estos hechos que sean sus hijos quienes cometan el homicidio (25%), aunque también se registran violencias letales en el marco de relaciones de pareja y de conocidos o vecinos de las mujeres.
De los 155 homicidios dolosos de mujeres registrados entre 2015 y 2021, el 23% tuvo como víctimas a adultas mayores, de entre 60 y 96 años. En el 44% de los casos se identificaron indicadores de violencia por motivos de género, por lo que fueron clasificados como femicidios. No obstante, en el resto de los hechos también se observó un aprovechamiento de las condiciones de vulnerabilidad de las adultas mayores para cometer el homicidio.
En 9 de cada 10 homicidios el agresor fue un varón; usualmente más joven que la víctima. En tanto, 2 de cada 3 adultas mayores conocían a sus agresores. Es frecuente y distintivo de estos hechos que sean sus hijos quienes cometan el homicidio (25%), aunque también se registran violencias letales en el marco de relaciones de pareja y de conocidos o vecinos de las mujeres.
Según detalló el informe, la violencia letal en estos casos se desplegó mayormente en el espacio privado, en días hábiles y horarios diurnos. Un 36% se produjo en ocasión de robo, circunstancia repetida y que distingue a la violencia letal contra mujeres adultas mayores de otras edades.
En el 56% de los casos el agresor utilizó solo la fuerza física como instrumento para cometer el homicidio, mediante golpes y/o estrangulamiento.
A partir de este análisis, se procura identificar elementos estructurales del fenómeno y advertir el impacto de la violencia por motivos de género en este tipo de casos, proveyendo insumos para desarrollar estrategias de política criminal. Como señala el “ Protocolo para la investigación y litigio de casos de muertes violentas de mujeres", "las violencias que afectan a mujeres cis, mujeres trans y travestis están determinadas por su condición de género y por otros factores que pueden aumentar el nivel de vulnerabilidad al que se encuentran expuestas".
"La violencia contra las personas adultas mayores se sustenta habitualmente en estereotipos y prejuicios sobre la vejez y en la tendencia social a la exclusión de aquellas personas que se consideran improductivas por su condición etaria. Aunque este factor impacta sobre varones y mujeres, es diferencial en términos de género”, explicó el documento al respecto.