Con el objetivo de debatir una modificación a la ley tributaria, diputados discutieron sobre juicios laborales y registración de empleados y su impacto en el comercio y las Pymes. Empresarios aseguraron que las pruebas mal aplicadas se transforman en procesos judiciales que acarrean a la quiebra a las empresas.
La Comisión de Comercio de la Cámara de Diputados avanza en el debate sobre juicios laborales, registración de empleados y su impacto en el comercio y las Pymes.
En esta opotunidad, fueron convocados a exponer Marcos Kon y Federico Rueda, del Consejo de Ciencias Económicas de Catamarca; Laura Velardez, abogada laboral, Walter Calderón, presidente de Nieve Sol S.A. y Rio Sky S.A.; y Salvador Rosetti, de Estudio Rosetti e Hierros Quilmes.
Kon, el primero en hablar, sostuvo que "detectamos que la problemática viene de la relación empleador y fisco, y empleador y trabajador”, al tiempo que agregó: "sel punto de vista del fisco y el empleador, la problemática es la alta carga social de los microempresarios porque la mayor parte del empleo de la Argentina se genera de las micro y medianas empresas".
"Se analiza la idea de contratar un seguro, pero las pruebas mal aplicadas se transforman en juicios laborales y eso lleva a la quiebra de empresas", ya que "las nuevas generaciones tienen poca tolerancia, renuncian y tienen alta conflictividad respecto a juicios laborales", remarcó Kon.
Resaltó la existencia en su provincia de un artículo que les brinda beneficios fiscales, y sugirió que ese ejemplo se traslade a los demás fiscos. Advirtió que "hay un alto costo al despido sin causa", y "ante el despido el trabajador inicia el trámite judicial, pero si el empleador no tiene la prueba por el despido, seguramente se transforme en juicio laboral y estos, siempre los ganan los trabajadores, y nunca el empleador".
"Se analiza la idea de contratar un seguro, pero las pruebas mal aplicadas se transforman en juicios laborales y eso lleva a la quiebra de empresas", ya que "las nuevas generaciones tienen poca tolerancia, renuncian y tienen alta conflictividad respecto a juicios laborales", remarcó Kon.
A su turno, Rueda explicó que "desde el consejo estamos dispuestos a participar porque sabemos que un juicio laboral lleva a la quiebra a un emprendedor" y aseguró que "en la actualidad, un emprendedor le sugiere a otro, no te conviene tomar gente porque te hacen juicio".
La abogada Velárdez explicó: "el tema del juicio laboral es distinguir a las grandes empresas con las mini pymes; no solo en la temática laboral, sino la fiscal". Además cuestionó el papel de las ART, al señalar que "cuando un empleado fallece, por cuestiones no laborales, la empresa debe pagarle el 50 de los costos".
"Lo ideal sería que se tome en un fondo todo lo que le corresponde a una empresa con las contribuciones de ART, seguridad social y obra social que actualmente no se pueden pagar", agregó la letrada.
El empresario Walter Calderón fue más duro que los anteriores y denunció que "tenemos casas de deporte en zona sur y afrontamos muchos juicios laborales. Se agravó con certificados psiquiátricos que se consiguen por 5.000 pesos".
"El empresario si tiene un buen empleado va a estar cómodo, pero estamos en una situación totalmente desfavorable”. “Después hay juicios y la ART no nos cubre el 100 por ciento", dijo Calderón y disparó contra la carga tributaria: "nosotros tenemos problemas graves con las retenciones cuando vendemos a las provincias y eso, genera un gran perjuicio tremendo para las pymes".
"Los despidos no deben ser tan elevados a la hora de pagar indemnizaciones porque hay empelados que buscan permanentemente que los echen y deberíamos buscar una solución", concluyó el empresario.