A fines del mes pasado, tal como adelantó Diariojudicial.com Bonadío le pidió al Poder Ejecutivo que releve de la obligación de guardar silencio sobre secretos de Estado a media docena de altos jefes del organismo, entre quienes se cuenta el “Señor 5” de Carlos Menem, Hugo Anzorreguy; el ex jefe de la “Sala Patria” de la SIDE, Patricio Pfinnen; el ex subsecretario de Inteligencia, Juan Carlos Anchézar; el director de Contrainteligencia Alejandro Brousson y un subsecretario administrativo del organismo.
En esa causa, que no tiene acusados, son parte querellante la AMIA, la DAIA, la Agrupación de Familiares de las Víctimas, Memoria Activa y también dos imputados por formar parte de la supuesta “conexión local” del atentado: Juan José Ribelli y Carlos Alberto Telleldín.
En el primer artículo, el presidente releva al ex jefe de la SIDE Hugo Alfredo Anzorreguy de la obligación de guardar secreto, sólo para que declare en la causa y en el segundo ordena al actual secretario de Inteligencia, Sergio Acevedo, para que ordene a los otros ex funcionarios que declaren.
En la causa que instruye Bonadío ya declararon algunos agentes de inteligencia y recientemente algunos se ampararon en el secreto de Estado para no contestar preguntas. Los que están pendientes deberán contestar, aunque con restricciones.
Por un lado, se le pide al juez que “disponga las medidas necesarias en orden a las declaraciones que los mismos habrán de prestar en los autos de referencia, de modo que tales actos procesales no trasciendan a terceras personas”.
Por el otro, plantea en el tercer articulo que la autorización no es total, ya que no permite revelar “datos relativos a las actividades de inteligencia ni a la identidad del personal de la SIDE o “la ubicación o cualquier detalle de sus dependencias o instalaciones”.
Por otra parte, trascendió que el lunes o martes de la semana que viene la SIDE retirará el recurso de queja contra la decisión del Tribunal Oral Federal 3 que declaró inconstitucional un decreto de Eduardo Duhalde que limitó el alcance de los testimonios de los espías en el juicio oral a la presunta “conexión local”.