La fiscalía federal que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman emitió un dictamen donde ratificó que se trató de un homicidio vinculado a su investigación del atentado a la AMIA y a su denuncia por la firma del Memorándum con Irán.
A días de cumplirse 10 años de su muerte, la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal n°2 publicó un documento sobre el estado de la causa penal donde sostiene que “el fiscal federal Natalio Alberto Nisman fue víctima de un homicidio y que su muerte estuvo motivada en su labor en la UFI-AMIA y, concretamente, con su accionar vinculado al Memorándum de Entendimiento con la República de Irán”.
El fiscal destacó que en la investigación se “han solicitado nuevas medidas de prueba a distintas dependencias. Se libraron nuevas órdenes de presentación a empresas telefónicas a los efectos de obtener los registros entrantes y salientes de abonados que siguen surgiendo en la trama descripta”.
La investigación es comandada por el fiscal federal Eduardo Taiano y el documento sostiene que a la fecha "se encuentran en curso la producción de medidas tendientes a determinar la identidad de aquellos que ejecutaron el hecho y de quiénes lo ordenaron, conforme a la hipótesis de la fiscalía".
Actualmente, la pesquisa está delegada en la fiscalía de Taiano por decisión del juez del caso, Julián Ercolini y, según el informe difundido hoy, se apunta entre otros aspectos a “la vinculación de los servicios de inteligencia con la investigación del atentado a la sede de la AMIA fue algo que se verificó desde sus albores”.
"Esta relación tomó mayor relevancia luego de la creación de la UFI-AMIA por orden del Presidente Kirchner y el mandato de colaboración de la entonces SIDE al fiscal Nisman", se agregó al respecto.
"Aproximadamente para finales del año 2010 y principios de 2011, el Poder Ejecutivo Nacional, en cabeza de Cristina Fernández de Kirchner, decidió un viraje en su política exterior respecto de la República Islámica de Irán, que se tradujo en una orden a la Secretaría de Inteligencia para que cese en la investigación del atentado a la sede de la AMIA y su colaboración con el fiscal que llevaba adelante la causa", sostuvo la fiscalía.
Ante ello, hubo una "negativa de un sector del organismo dedicado a la inteligencia nacional de cumplir esa orden, se dio comienzo a una fractura entre este grupo y las máximas autoridades nacionales y las dependencias de la Secretaría de Inteligencia que continuaban respondiéndole".
En ese período ubicó la fiscalía la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán por el atentado y "la labor desplegada por Nisman para sostener su inconstitucionalidad".
El fiscal destacó que en la investigación se “han solicitado nuevas medidas de prueba a distintas dependencias. Se libraron nuevas órdenes de presentación a empresas telefónicas a los efectos de obtener los registros entrantes y salientes de abonados que siguen surgiendo en la trama descripta”.
Ello se traduce en "cerca de 100 nuevas líneas telefónicas que serán incorporadas a las actividades de entrecruzamiento y análisis de comunicaciones que se encuentran en trámite".