22 de Noviembre de 2024
Edición 7097 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 23/11/2024
Pablo Gallegos Fedriani
Juez de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal

"El corralito no se terminará con soluciones públicas, sólo se acabará por la muerte misma de los expedientes"

 

A pesar de que dejó de ser noticia en los medios y la presentación de amparos en contra del corralito y la pesificación decayó en forma considerable el fuero en lo Contencioso Administrativo Federal continúa aún hoy pagando, a más de dos años de la creación de las medidas restrictivas, las consecuencias de las políticas económicas de los ex ministros de Economía Domingo Cavallo y Jorge Remes Lenicov.
De este y otros temas Diariojudicial.com conversó con el actual presidente del fuero, Pablo Gallegos Fedriani, quien no dudó en afirmar que según el ritmo que se le imponga, los expedientes por el corralito y la pesificación tendrán solución dentro de “5 o 10 años”. El camarista con una basta trayectoria en el Poder Judicial reconoció que dadas las condiciones en las que está éste ámbito federal “el trabajo no sale todo lo bien que se quisiera” y al instante agrega que tanto en cámara como en primera instancia se hace “lo humanamente posible”. Tampoco desaprovecha la oportunidad para quejarse y volver a la carga sobre la falta de personal, y de que los empleados del fuero no reciben el pago de horas extras por las largas jornada laborales a las que todavía se deben someter para intentar descomprimir la situación.
Gallegos Fedriani advierte que no sólo la situación es delicada con el corralito ya que por este exceso de expedientes, los procesos ordinarios en la actualidad se tratan con demoras. “No se le puede dar respuesta a los litigantes”, afirma con un dejo de preocupación y resignación, al tiempo que reflexiona que “ninguna solución pública o mágica” va a terminar con los expedientes que abarrotan mesas de entradas, oficinas y vocalías.
“Sacamos 60 sentencias por día”, expresa con asombró y agrega que el sólo hecho de firmar sentencias les lleva por lo menos “dos hora por día”.
Por su parte, evita hacer valoraciones sobre la persona del casi seguro ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, al que sólo califica de “renombrado jurista”. Pero no duda el indicar que aunque el presidente Néstor Kirchner haya compartido la facultad para nombrar a los jueces de la Corte, la última palabra sigue siendo del Poder Ejecutivo. A continuación reproducimos el encuentro logrado.

 

Diariojudicial: ¿Cuál es la situación actual del fuero Contencioso Administrativo Federal?

Pablo Gallegos Fedriani: Mire, nosotros tenemos un problema, que data desde diciembre de 2000, el famoso corralito. Durante el año pasado cuando era presidente (Pablo) Galli se planteó el problema de la gran cantidad de juicios que fueron entrando en la primera instancia. En ese momento la Corte Suprema dispuso que todos esos expedientes, se fueran repartiendo entre todos los demás fueros, como por ejemplo en el Civil, el Civil y Comercial Federal y el Laboral, pero si bien eso solucionó el tema del problema físico, no dio respuestas al problema de base, ya que cada juez de primera instancia tenía que trabajar con por lo menos 15 secretarias colaboradoras más las dos propias. Sumando a esto, muchas de estas oficinas se encuentran en los tribunales de Retiro, lo que provocaba que los magistrados deban salir de su juzgado para dar firma a los expedientes.

DJU: Entonces el problema pasó de la primera a la segunda instancia. ¿Se hizo cómo une especie de cuello de botella?.

PGF: Es verdad, este problema se pasó a la Cámara, se hizo un cuello de botella, ya que de lo que se trabajaba en 150 secretarias, lo tenían que resolver sólo 5 salas. Entonces la Corte dictó una acordada ( 01/03) que fue reiterativa de la de primera instancia y cada fuero atendía los expedientes, según se había tratado en la instancia anterior. Con lo cual cada sala del contencioso tiene seis salas colaboradoras. Igualmente reconozco que esta solución para nosotros, generó un problema en los otros fueros dado que vieron incrementado su trabajo. Por ejemplo los secretarios ahora tienen un doble trabajo, hacen lo de su sala, más lo de los tres camaristas nuestros. Con lo cual entran en una especie de esquizofrenia, dado que tienen que responder a dos frentes. Eso por ahora marcha muy bien, siempre dentro de lo humanamente posible.

DJU: Teniendo en cuenta todos estos datos y las condiciones particulares en las que esta el fuero ¿Qué cantidad de sentencias están sacando por mes?

PGF: Mire, el mes pasado firmamos, en la sala V 1234 sentencias, lo que se traducen en casi 60 sentencias por día, y que si lo multiplicamos por las 5 salas que tiene el fuero se esta hablando de unas 300 causas diarias.

DJU: Pero ¿cómo hacen para firmar 60 expedientes en un solo día?.¿ Les ayuda el hecho de muchas de las causas son parecidas?.

PGF: Desde ya que nos ayuda que la mayoría de las causas son muy parecidas y eso hace que uno trabaje a un ritmo muy diferente, a que si las mismas fueran todas distintas. Igualmente reconozco que este particular ritmo genera que el trabajo no se haga todo lo bien que uno querría. Se genera un atraso muy grande, dado que no se le puede dar respuesta clara a todos los litigantes.
Esta forma vertiginosa que tomó el fuero hasta nos genera perjuicios en la salud, por ejemplo tengo un colega que ya tiene una enfermedad profesional, y tuvo que pedir una licencia porque de firmar tantos pronunciamientos se le desarrollo lo que se denomina codo de tenista. El trámite de firmar nos lleva casi dos horas por día, sin parar.

DJU: Dado que los amparos por el corralito saturaron toda la actividad del fuero ¿Cómo se está atendiendo el trámite de los procesos ordinarios?¿Los empelados del fuero en que condiciones están y trabajan?

PGF: Todo este tema del corralito generó que en los otros juicios tengamos una parálisis absoluta, dado que los jueces de primera instancia apenas están en los juzgados, porque se la pasan firmando. En Cámara tenemos poco porque los jueces inferiores no los pueden resolver ni tratar.
Lo que si nos llega son las otras competencia que tiene el fuero, y que no llegan de primer instancia. Por ejemplo Tribunal Fiscal, Entes Reguladores, recursos directos, sanciones del Colegio de Abogados, recursos contra el Banco Central, y demás.
Tengamos en cuenta también que el Poder Judicial no prevé el pago de horas extras. Qué quiero decir, que los empleados se quedan muchas más horas que la que le correspondes y no se les pagan. Hay mucho esfuerzo, lo reconozco y lo valoro.

DJU: ¿ Por qué piensa qué cuando el gobierno abrió el corralito y el corralón el trabajo del fuero no iba a ser menor?

PGF: Mire, para mi en eso hay un error de todos, entre los que me incluyo, que pensamos que si este tema es resuelto por la Corte o que si sale una disposición del Gobierno Nacional, se iba a acabar. Pero, tenemos que tener en cuenta que el expediente en si muere por su propia muerte, ya sea porque se dictó sentencia, se desistió, se pidió el archivo o se dictó la caducidad; por modos normales o anormales. Qué quiero decir, que por más que salga la resolución de la Corte, no decide nunca sobre los 180 mil casos que nosotros hoy tenemos por resolver y aunque así lo hiciera nosotros en todos los expedientes vamos a tener que tomar una decisión similar en cada uno de los expedientes, regular honorarios, y si corresponde dictar la tasa de justicia.

DJU: Entonces ¿este volumen no se reducen de ninguna manera, salvo en tanto y cuanto ustedes puedan ir sacando fallos?.

PGF: Este volumen no desaparece con ninguna resolución pública. Porque aunque se desista se debería hacer un “téngase por desistido”, resolver las costas, los honorarios y todo el trabajo que acarrea la vida del expediente.
Esto no tiene una solución mágica, tiene la solución que tienen todos los expedientes. Supongamos que se dejen morir todas las causas, igual habrá que firmarlas, notificarlas y archivarlas. No tiene ni tendrá solución inmediata, por ejemplo ahora hay muchas que están llegando de las distintas sala a la Corte. Creo que demandara entre 5 y 10 años que esto finalice, según el ritmo de trabajo que se le imprima.
El problema, ahora como decía antes, son los ordinarios, que están atrasados y parados, y como no son amparos no tienen la prioridad que tienen los otros. El escrito entra en una pila de mil, todo se multiplica en una forma que nadie se imagina. Nadie tiene idea de la magnitud del problema. Hasta tenemos problemas edilicios, se nos rompen las estanterías, los expedientes se amontonan y demás inconvenientes

DJU: ¿Qué otras soluciones habría para este tema?

PGF: Por ejemplo tenemos que lograr que los juzgados estén informatizados, no puede ser que los siete juzgados de Carlos Pellegrini no lo estén. Estamos trabajando en esto con el Consejo de la Magistratura, ya que no es posible que con el volumen de trabajo no estén los juzgados en red. El juez no sabe el universo de expedientes que tiene, ni cómo lo maneja.

DJU: ¿Debido a que hay varios interesados, el tema de las notificaciones ha traído serios inconvenientes?

PGF: Las notificaciones son un problema muy grave, porque tenemos una sola máquina por sala que imprime cédulas y no se cómo será en primera instancia. Cada notificación tiene cuatro partes el Banco Central, el actor, el PEN y la entidad en donde están los depósitos, que a veces son dos o tres.
Estamos muy atrasados y en Cámara hemos permitido que sean las partes las que notifican, pero el problema es que a veces los actores deben hacer colas de dos horas para ver los expedientes y entonces no tuvimos mucho éxito.
Otra cosa que hemos puesto en marcha es que, los despachos se suban a Internet, pero los abogados no confían del todo en la parte informática y quieren ver el expediente, entonces no se logró descomprimir la situación. Más no podemos hacer, y reitero el reconocimiento a la primera instancia y de los otros fueros que ha sido de gran ayuda. Además, se dejo de correr la vista de 48 horas a las apelaciones; ahora el traslado no se hace más a la contraparte. Con la apelación se pasa directo a autos para sentencia, porque si no el atraso sería peor.

DJU: ¿Cuál es su opinión respecto del nuevo método de elección de Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación?

PGF: A mi me parece novedoso el método, me parece interesante, pero no puedo hacer algún tipo de evaluación dado que todavía esta muy embrionario el sistema.

DJU: Y sobre la posible llegada de Eugenio Zaffaroni al tribunal ¿Qué puede decir?.

PGF: No soy especialista en penal, pero tengo el conocimiento de que es un académico con mucha trayectoria. Me parece que se le esta dando demasiada trascendencia a un tema que lo tiene en ámbitos más académicos. En cierta forma se quiere hacer una elección cuando en verdad la elección es del presidente con Acuerdo del Senado, así se eligen los jueces de la Corte y es una facultad presidencial, por más que el presidente la quiso compartir. Pero siempre la decisión va a ser del Ejecutivo.



leonardo scolpatti / dju
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