“No se me puede ordenar investigar a las personas con las que mi marido y yo hemos convivido directa e indirectamente los últimos 40 años”, remarcó Servini en un escrito de una decena de carillas, donde argumenta con detalles las relaciones de su marido con algunos imputados en su causa.
En particular, la juez advierte que su marido fue compañero de uno de los imputados, el oficial retirado de la Fuerza Aérea César Cómes, para quien el fiscal Eduardo Freiler pidió la captura inmediata, junto a otros 37 militares retirados.
Servini explicó que acompañó a su marido “en todos sus destinos” desde que se casó en 1958 y explicó que su cónyuge “compartió destino” a lo largo de su carrera con algunos de los que están imputados en la causa del Primer Cuerpo del Ejército.
También explicó que cuando su marido revistaba en la ex base aérea General Urquiza de Paraná, compartió destino junto al brigadier Rubén Omar Graffigna, entre otros. “Todo ello incide sobre la imparcialidad pudorosa que debe regir en la justicia”, advirtió la juez.
También recordó que su esposo y ella misma son socios del Círculo Militar y que participó de actividades organizadas en ese ámbito. Hasta 1974, el “único sustento estable económico de mi familia fueron los haberes militares de mi esposo”, reveló.
También recordó un “frustrado atentado” contra su familia con “pólvora aluminizada”, aunque no reveló cuándo ocurrió. “La estrecha relación con miembros de las Fuerzas Armadas y el atentado que sufrió mi familia y yo misma”, dice la juez, produce una “conmoción” como juzgador, remarcó.
“Me veo inhabilitada en forma terminante y definitiva de conocer en este proceso”, remarcó la magistrada.
Este es el segundo rechazo de Servini a la causa del Primer Cuerpo, aunque en el anterior no citó razones personales, y rechazó la “compensación” que pretendía realizar el juez federal Sergio Torres, quien se quedó con otra “mega-causa”: la de los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).