El hecho ocurrió en el cruce de la avenida Rivadavia y Emilio Mitre, donde la línea A de subterráneos tiene salida a la calle, y una de sus formaciones atropelló al actor.
La alzada descartó las declaraciones presentadas por la demandada porque no aportaron “ningún dato sobre el caso en particular”. Se trata de los testimonios de los señores Calvo, (jefe de servicio de primera de la empresa), Fialá (supervisor de estaciones) y Alderete (banderillero de la demandada). Ninguno de ellos vio el accidente, sostuvieron los camaristas, y sus “largas explicaciones de como se implementa la salida del subte en la superficie, producen dudas respecto de si dichas indicaciones se cumplen”.
El tribunal privilegió “por su falta de interés” la declaración del señor Navarro, quien según su declaración, se encontraba en la esquina de Emilio Mitre y Rivadavia. Observó que cuando cortó el semáforo y la gente cruza, de golpe y de forma rápida “sale el subte y justo una persona estaba cruzando y es como que esa persona al ver que se le viene encima el tren se tiró para delante y el subte lo tiró, por suerte, porque si daba un paso atrás lo mataba”.
También dijo que en el lugar no había guardas, que el semáforo correspondía al cruce peatonal y que no hubo ningún tipo de señal que indicara la salida del subte.
De las pericias realizadas se desprende que “de la vereda a la salida de la rampa, una formación de vagones prácticamente puede no ser vista hasta que el extremo delantero del convoy llega a poca distancia de la salida”. Sobre el tránsito vehicular del lugar los informes señalan que “la salida de una formación a la superficie no produce dentro del contexto del tránsito ruido de un volumen tal que llame la atención”.
Según el artículo 1113 del Código Civil, afirmaron los camaritas, “para que la eximente alegada, (culpa de la víctima) pueda merecer acogimiento debe acreditarse en forma terminante y, de modo tal, que prácticamente sea exclusiva de dicha víctima, cosa que no sucede en el caso de autos, es más, no sólo existen fundadas dudas sobre como se produjo el hecho, sino que, de la prueba colectada y a partir de lo informado en la pericia y su ampliación, resultaría que no existió tal culpa de la víctima”.
Por todo lo expuesto los jueces declararon “la culpa exclusiva de Subterráneos de Buenos Aires, de modo tal que dicha empresa deberá responder por los daños ocasionados en su integridad”.