Las uniones civiles se aplican en la ciudad de Buenos Aires desde julio de 2003 cuando entró en vigencia la ley 1.004, aprobada por la Legislatura el 12 de diciembre de 2002. La norma define a la unión civil “como la unión conformada libremente por dos personas con independencia de su sexo u orientación sexual”. Por lo tanto, pueden acceder a esa unión parejas integradas por personas del mismo o distinto sexo.
La ley establece como obligación para unirse ser mayor de edad, acreditar una convivencia de pareja de dos años y que uno de sus integrantes tenga domicilio en Buenos Aires, única ciudad de Latinoamérica donde existen estas uniones.
“Para el ejercicio de los derechos, obligaciones y beneficios que emanan de toda la normativa dictada por la Ciudad, los integrantes de la unión civil tendrán un tratamiento similar al de los cónyuges”, establece el artículo cuarto. Los cónyuges pueden compartir la obra social, obtener un crédito o subsidios, o licencias por enfermedad pero no poseen otros derechos que sí gozan quienes se casan como la posibilidad de adoptar o heredar.
La primera unión se produjo en julio de 2003 entre Cesar Cigliutti y Marcelo Suntheim, presidente y secretario, respectivamente, de la Comunidad Homosexual Argentina CHA, una ONG que trabaja en la defensa de los derechos de los homosexuales que impulso la sanción de la ley redactada por la jueza Graciela Medina.
En el segundo semestre de ese año se realizaron 111 uniones. Y desde el año siguiente no dejaron de crecer: 163 en 2004; 203 en 2005; y 342 en 2006, según la Dirección General del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. La variación también se dio en la composición de las parejas.
Mientras que en 2003 y 2004 la mayoría de las uniones fueron entre personas del mismo sexo, en 2005 y 2006 las parejas heterosexuales comenzaron a ser más uso de este instrumento legal. En el último año 239 hombres y mujeres se unieron civilmente contra 65 parejas de gays y 38 de lesbianas. Proporciones similares se dieron en 2005: 112 uniones entre heterosexuales, 58 entre hombres y 33 entre mujeres.
La situación era distinta en años anteriores. Sumados los últimos meses del 2003 y todo el 2004 las uniones entre parejas de distintos sexo llegaron a ser 101, mientras que las de gays fueron de 133 y las de lesbianas 40.
Por otra parte, el informe destaca que cada vez hay más uniones civiles heterosexuales por casamientos. “Al tener en cuenta la relación entre matrimonios y uniones civiles heterosexuales, debida la diferente tendencia de ambos tipos de unión (los matrimonios descienden y las uniones civiles heterosexuales se incrementan) se observa que mientras en el 2003 se registraron 270 matrimonios por cada unión civil heterosexual, en el 2006 esta relación se redujo a la cuarta parte”, señala el trabajo.
Así, en los últimos seis meses del 2003 se conformaron 8.650 casamientos contra 32 uniones civiles; mientras que en 2006 hubo 13.864 casamientos y 239 uniones, siempre entre personas de distinto sexo.
Le rechazaron el turno para casarse a una pareja gay
El Registro Civil le negó a una pareja gay un turno para casarse ya que el Código Civil no lo permite, explicaron en el organismo. El artículo 172 establece: “Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por hombre y mujer ante la autoridad competente para celebrarlo”.
Los abogados de Alejandro Vannelli y Ernesto Larrese, quienes se presentaron este miércoles a la mañana en el Registro Civil de Coronel Díaz 2110, adelantaron que presentaran un amparo en la Justicia pidiendo que se declare inconstitucional el artículo 172.
La misma situación se dio en febrero cuando dos mujeres que están unidas civilmente quisieron casarse pero la solicitud les fue rechazada. María Rachid y Claudia Castro presentaron un recurso de amparo que se tramita en la Justicia Civil de la Capital Federal.