Teletrabajo: ¿flexibilización laboral o solución parcial?

En un intento por regular la situación de 1,6 millones de teletrabajadores (de los cuales cerca del 20 por ciento estarían en relación de dependencia), una docena de senadores del peronismo disidente presentó un proyecto de ley en el Senado que, en rigor, es una reedición de una iniciativa planteada en julio de 2007 por el Ministerio de Trabajo que perdió estado parlamentario.

El texto, que ya fue ingresado en las comisiones de Trabajo y Previsión Social y Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión pero aún no fue tratado, señala que las leyes vigentes que rigen la actividad de los viajantes de comercio (Nº 14.546) y de los trabajadores a domicilio (Nº 12.713) “no son suficientes para regular” el “fenómeno” del teletrabajo que “crece día a día y se manifiesta de diferentes maneras a medida que el avance científico y tecnológico va facilitando nuevas tecnologías, más ágiles, con mayor extensión geográfica y más livianas”.

El proyecto considera al teletrabajo como “la realización de actos, ejecución de obras o prestación de servicios en los términos de los artículos 21 y 22 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y sus modificatorias, en las que el objeto del contrato o relación de trabajo es realizado total o parcialmente en lugares distintos del establecimiento del empleador, mediante la utilización de todo tipo TIC”. Añade que “los teletrabajadores gozarán de los mismos derechos y tendrán iguales obligaciones que los demás trabajadores en relación de dependencia”

En diálogo con DiarioJudicial.com, la coordinadora del área de Teletrabajo de la cartera laboral, Viviana Díaz, sostuvo que éste es “transversal” a todos los rubros de la actividad económica, pero reconoció que tiene más desarrollo en las áreas de Informática y Telecomunicaciones.

En ese sentido, comentó que un puñado de compañías (entre ellas Telecom, YPF, Cisco y Nielsen) comenzó programas de teletrabajo que incluían a 40 ó 50 empleados y, para el año próximo, algunas de ellas prevén aumentar esa cifra a 600. La funcionaria subrayó que la mayoría de los teletrabajadores fue incluido en los convenios colectivos de trabajo (Telecom agregó a los empleados dentro del convenio de los telefónicos e YPF en el de los petroleros).

Díaz afirmó que, a partir de un monitoreo con entrevistas trimestrales en el marco del Programa piloto de Seguimiento y Promoción del Teletrabajo en Empresas Privadas, se dio cuenta del aumento de la productividad y de la satisfacción de la mayoría de los trabajadores con la experiencia.

La cartera que encabeza Carlos Tomada presentará en los próximos días un proyecto de ley que actualiza el de 2007 (aún no se definió a qué cámara irá) y una de las incorporaciones será que el teletrabajador deberá asistir presencialmente a la empresa para tomar contacto con los otros trabajadores, con los superiores y con el sindicato.

Consultado por este diario, el abogado laboralista Horacio Schik enfatizó que “la clave en este debate es que el teletrabajador no se convierta en un autónomo disfrazado” y que pueda ser un “vehículo de fraude” por parte de las empresas. El letrado puntualizó que aunque el empleado no tenga que trasladarse hasta su lugar de trabajo “la relación de dependencia sigue existiendo”.

En tanto, la jueza laboral de primera instancia Graciela Moreno afirmó que el juzgado que encabeza no recibió presentaciones por denuncias sobre teletrabajo.

La propuesta de Adolfo Rodríguez Saá, que fue acompañada por una docena de referentes del peronismo disidente, indica que “el teletrabajo es una forma de trabajar que se ha establecido desde hace años en nuestro país” y señala que cobró “mayor impulso desde la pandemia de la Gripe A durante el año 2009”.