El Consejo de la Magistratura remitió la terna del concurso que busca cubrir cuatro vacantes en la Justicia Federal de la Capital. El final fue inesperado: en un primer momento se solicitó modificar el orden de mérito, excluyendo así al postulante Carlos Ferrari. Sorpresivamente el concursante que resultó segundo en el orden de mérito renunció. Todo el debate.
Luego de más de 6 años de trabajo, el Consejo de la Magistratura finalmente remitió al Poder Ejecutivo la terna en el marco del concurso 140 y que cubrirá las vacantes en los juzgados federales de primera instancia números 2, 7, 8 y 9 de la Capital. Al igual que el desarrollo de todo el concurso, iniciado a mediados del 2005, que contó con medidas cautelares, fallos y hasta la intervención de la Corte, el final no estuvo exento de situaciones novedosas.
Uno a uno los postulantes que habían sido convocados a la audiencia pública, se sentaron frente a los consejeros para cumplir con el último paso de la entrevista personal ante el plenario: Marcelo Martínez de Giorgi, Carlos Ferrari, Juan Pablo Salas, Marcelo Goldberg, Luis Rodríguez, Sebastián Ramos y Sebastián Casanello.
Todo parecía normal y habitual en el desarrollo de la reunión, hasta que el representante del Poder Ejecutivo, Hernán Ordiales, pidió la palabra y solicitó al Plenario que se constituya en Comisión para modificar el dictamen. Allí se dio la primera discusión que culminó con el Plenario efectivamente constituido en Comisión.
Ordiales, entonces propuso hacer una alteración en el orden de mérito excluyendo al postulante Carlos Ferrari, quien se encontraba en segundo lugar, y explicó: “lo hemos retirado en búsqueda de un consenso”.
Allí la discusión se volvió tensa. El diputado Oscar Aguad argumentó que “el concurso puede ser viciado de nulidad”. “Si alteramos el orden de merito de manera tan flagrante, tiene que haber un fundamento serio”, replicó Ricardo Recondo, representante de los magistrados.
Por su parte Alejandro Fargosi, representante de los abogados, explicó que como “órgano de gobierno” precisamente “lo único que no puede hacer es no gobernar, y una de las nos maneras de gobernar es llenar las vacantes”. Sin embargo, y más allá de las idas y vueltas, el dictamen se aprobó tras los cual se solicitó un cuarto intermedio de diez minutos.
Durante esa pausa el clima seguía tenso, los consejeros y los periodistas se movían de un lado a otro, incluso por los pasillos pudo verse al postulante al que querían excluir también. Los diez minutos se convirtieron en poco más de media hora, uno a uno los consejeros de fueron sentando y el presidente del organismo, Mario Fera, volvió con lo que sería la segunda sorpresa de la tarde.
Se trataba de una nota presentada por el mismo Ferrari, que horas antes había asistido a la audiencia, en la que presentaba su renuncia al concurso. El debate anterior había resultado abstracto.
“La renuncia es una circunstancia irregular más”, dijo al momento el senador Mario Cimadevilla y agregó que el concurso “no puede ser aprobado por nuestra propia salud institucional”. Manuel Urriza, representante académico, por su parte, sostuvo que “se están emitiendo opiniones muy disvaliosas”, en clara referencia a los comentarios vertidos contra la continuación del proceso.
Fargosi, volvió a intervenir previo a la votación final, “hasta hace poco no lo votaba, pero hoy si lo voto” dijo y explicó: “nómina depurada, tal como está hoy, me deja sumamente tranquilo”.
Finalmente, y con los votos de Mario Fera, Alejandro Fargosi, Alejandro Sánchez Freytes, Hernán Ordiales, Carlos Moreno, Stella Maris Córdoba, Marcelo Fuentes y Ada Rosa Iturrez y Manuel Urriza; se aprobó la terna integrada por Marcelo Martínez de Giorgi, Juan Pablo Salas, Marcelo Goldberg, Luis Rodríguez, Sebastián Ramos y Sebastián Casanello.
“Zarandeado concurso”, lo definió Marcelo Fuentes durante la reunión. Es que en 2005 se inició en miras a cubrir la vacante producida tras la destitución de Juan José Galeano, titular del juzgado federal Nº 9, hoy en día subrogado por Sergio Torres. Luego se le incorporaron otras 3 vacantes más. Los juzgados federales Nº 2, 7 y 8, estaban a cargo de Jorge Ballestero, Guillermo Montenegro y Jorge Urso, respectivamente, y actualmente están siendo subrogados por Martínez de Giorgi (2 y el 8) y Norberto Oyarbide en el 7.
En diciembre de 2009, María José Sarmiento dictó una medida cautelar por la que suspendió la continuidad del concurso, aunque luego, al analizar la cuestión de fondo, dictó sentencia rechazando la demanda presentada por uno de los concursantes, Domingo Montanaro, que había cuestionado el orden de mérito. Luego de ser rechazado en primera instancia y confirmado por la sala IV de la Cámara Contencioso Administrativo, Montanaro presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema que fue declarado inadmisible a fines del 2010.
Lo mismo sucedió cuando la jueza federal María Servini de Cubría dictó el sobreseimiento de otros dos concursantes, Luis Rodríguez y Carlos Ferrari. Presuntamente una empleada del primero, habría pedido un fallo similar al que se iba a tomar en el examen del 3 de marzo del 2009, lo que finalmente fue descartado; en tanto que el segundo sorprendió al citar algo más de 40 fallos de la Corte Suprema de Estados Unidos en su evaluación, generando sospechas, aunque lo había justificado explicando que vivió 7 años en Estados Unidos.