El juez correntino de Instrucción y Correccional de Saladas, Ramón Ramírez, fue destituido por un jury al no cumplir con los preceptos de decoro de la magistratura. El 12 de mayo de 2012, en estado de ebriedad, empezó a insultar a mujeres y amenazó con llevar preso a un hombre que lo increpó.
Ramón Ramírez, juez de Instrucción y Correccional del pueblo correntino de Saladas, fue destituido por un jury de enjuiciamiento debido a su actitud "indecorosa". El magistrado fue denunciado debido a que la noche del 12 de mayo de 2012, después de un evento al que asistió con su hermana y su sobrina, en pleno estado de ebriedad comenzó a gritar e insultar a las mujeres.
Mientras Ramírez insistía con su actitud denigrante, un hombre lo increpó y fue entonces cuando, para empeorar las cosas, hizo alarde de su condición de magistrado y amenazó al vecino con que lo llevaría preso. Después de que el conflicto pasara a mayores, con golpes y un tumulto en el que inclusive un tercero sacó un arma, se realizó la denuncia en la comisaría.
Teniendo en consideración estos hechos, el jury decidió, la semana pasada, destituir a Ramírez. En estos términos, la decisión fue unánime, por lo que hubo críticas al ya ex magistrado.
El abogado de Ramírez, Lucio Portel, afirmó que “es una sentencia injusta; lamentablemente se ha instaurado en Corrientes un sistema de terror contra los jueces de manera tal que cuando determinados personajes de la Justicia se proponen, se producen situaciones como la presente que es la destitución de un juez".
El letrado acusó, al mismo tiempo, que “obviamente esto irá a la Corte Suprema de Justicia donde seguramente se evaluará correctamente desde el punto de vista jurídico -y político también- este resultado y va a caer esta sentencia por cuanto el fundamento en la que se asienta está basada en las actuaciones de un personaje, un supuesto fiscal y que esta actuando ilegalmente en Saladas, el doctor Ojeda”.
En este orden, Portel también entendió que “esta sentencia es violatoria de todas las normas jurídicas que se aplican. Y además tengo que decir que esto forma parte de una política que se aplica, y se ha visto en el debate, se pretende tener una tutoría sobre la Justicia y esto es un mensaje para los jueces que si no hacen lo que se les ordenan van a ser destituidos, inclusive sin ningún fundamento como en este caso”.
Por su parte, el fiscal Ojeda afirmó que la actitud del juez fue “patética” y digna de un “sheriff”. Al mismo tiempo, recordó los testimonios y la forma irrespetuosa en la que se dirigió a una oficial de policía a la que le pidió un auto (sic).
El integrante de la fiscalía agregó que “la vida privada de un magistrado debía ser decorosa, mencionando en ese sentido, lo establecido por la Constitución y por el Código de Etica que rige la conducta de los jueces”.
Al mismo tiempo, indicó que se “probó además su estado de ebriedad y su comportamiento provocó conmoción en una localidad pequeña como Saladas”. El fiscal, eso sí, desacreditó “la teoría del complot" y recordó que el mismo magistrado se desempeñó como sustituto en el Ministerio Público y "nunca tuvo problemas”.