La jueza argentina envió un exhorto solicitando indagar a los dos militares a partir del próximo domingo 19 y permanecer en ese país hasta el 22. La mora en responder por parte de la Suprema Corte chilena se entendió aquí como parte de una presunta presión del gobierno que no quiere mezclar este tema ,de extrema sensibilidad para los chilenos, en plena campaña electoral y cuando la primera ronda arrojó un empate entre el candidato socialista, Ricardo Lagos que pertenece a la coalición gubernamental de centro izquierda y Javier Lavin que encabeza una alianza de derecha, sector político en el que aún gravita el ex presidente Augusto Pinochet.
En ese marco político, Servini de Cubría puede llegar a convertirse en la "Garzón" argentina pese a la disimilitud de las causas porque el crimen de Prats ocurrió en territorio argentino mientras que las investigaciones del juez español se basan por delitos ocurridos en Argentina o Chile, territorios extraños a su jurisdicción.
De todos modos, no resultaría simpático para el presidente Eduardo Frei tener que soportar una nueva ofensiva militar porque una jueza extranjera pretende definir una investigación judicial que remueve viejas heridas. Ya las hijas del general asesinado -Sofía y Angélica Prats- anticiparon que manifestarán para protestar por esta indefinición de la justicia de su país y a las motivaciones políticas que se esconden detrás de esta indecisión.
Servini obtuvo testimonios contundentes en noviembre pasado cuando en Estados Unidos pudo interrogar al ex doble agente de la DINA y de la CIA, Michael Townley, quien fue el principal autor del atentado contra Prats el 30 de septiembre de 1974. El espía de los servicios secretos de Pinochet pero que se reportaba a la Central de Inteligencia se encuentra protegido por el gobierno de Estados Unidos a raíz de que permitió esclarecer el atentado contra el ex canciller chileno, Orlando Letielier que ocurrió en Washington.
Los testimonios de Townley permitieron condenar a Contreras y a Espinoza. Pero, precisamente, el apuro de Servini de enviar los exhortos fue porque este ultimo sale en libertad el próximo 1 de enero. Ambos militares se encuentran presos en la cárcel de Punta Peuco, construída especialmente para alojar a militares detenidos bajo acusaciones de haber cometido delitos de lesa humanidad.