Nikitin, colaborador del movimiento ecologista noruego Bellona, denunció el grave peligro de la contaminación radiactiva en la zona de Murmansk, sede de la Flota del Norte. Tras su denuncia en febrero de 1996, Nikitin fue detenido y permaneció diez meses en una prisión de San Petersburgo hasta ser liberado bajo fianza tras la presión de organizaciones ecologistas y de derechos humanos.
El proceso contra Nikitin se postergó varias veces y la defensa pudo demostrar que la información que reveló estaba al alcance de los especialistas y no significaba un secreto de Estado para las autoridades rusas. El activista fue autor junto con otros ecologistas del informe "Flota Rusa del Norte, fuente de contaminación radiactiva", en el que entre otros datos llamativos se alertó sobre la existencia en la zona próxima a Murmansk de 274 reactores nucleares y otros 135 establecimientos con energía atómica.Ante el deterioro en el mantenimiento de todo ese equipamiento y de los depósitos donde se guardan más de 20.000 toneles de desechos radiactivos, el informe llamó la atención sobre el "riesgo potencial".