Dicha sentencia fue dictada por el Tribunal Penal número 5, contra los acusados. Se trata de Juan Obertello chofer de 25, Diego Storto desocupado de 30 y Héctor Zóttola mecánico de 28, quienes en julio de 1998, asaltaron a dos empleados de esa firma en los barrios de Núñez y Saavedra, sustrayendo sacas con correspondencia y valores al cobro.
Posteriormente y ante una alarma a la Policía Federal, una patrulla de robos y hurtos, logró detener a los delincuentes cuando se fugaban en un auto robado hacia la avenida General Paz, en dirección al norte del gran Buenos Aires.
El Tribunal, en la condena a 10 años de cárcel, hizo responsables a los sujetos de los delitos de robo doblemente agravado por el uso de armas y por haber sido cometido en poblado y en banda. Resistencia a la autoridad y uso de armas de fuego.
Los hechos por los cuales fueron acusados en el juicio, ocurrieron el mediodía del 28 de julio de 1998, cuando tres individuos que conducían un Peugeot 405 interceptaron en la calle Zamudio 2401 de esta ciudad a un cartero para robarle la saca con correspondencia.
Los gritos de los vecinos que alertaron a los policías impidieron el atraco, pero una hora después repitieron el hecho en prejuicio de otro empleado en la calle Nahuel Huapi y Alvarez Thomas del barrio de Villa Urquiza. Luego de una espectacular fuga digna de compararse con la serie televisiva “Poliladron”, se produjeron diversos choques de automóviles, disparos entre uniformados y los ladrones, lo que terminó en el vuelco del Peugeot.
El juicio a cargo de los camaristas Rengel Mirat, Rafael Oliden y Fátima Ruiz López, describieron la conducta de los asaltantes: maniobras para robar tarjetas de crédito y valores que luego comercializaban y llevaban las cuentas de los giros correspondientes.