Es el destino que se le tiene asignado a Manuel Rocha, actual encargado de negocios de los Estados Unidos en la Argentina donde se desempeñó como virtual embajador no solo cuando actuó como tal como en estos últimos meses sino cuando fue el segundo hombre de importancia -en el protocolo- detrás del polémico ex embajador James Cheek. Rocha, un hombre que -además de sus vinculos con el Departamento de Estado mantiene una aceitada relación con la CIA (Central de Inteligencia americana)-. Rocha irá a un país que preocupa fundamentalmente a la diplomacia norteamericana por el crecimiento del narcotráfico, un tema que será vital en las relaciones de los Estados Unidos con esta parte del continente al punto que el Comando Sur en Panamá tendrá una infraestructura en materia de espionaje, inimaginable. Hablando de narcotráfico, quien estaría pronto para escribir un libro es el ex representante de la DEA en la Argentina, Abel Reynoso quien supo ganarse la popularidad entre jueces de todo el país, desarrollando conferencias que serán recordadas por mucho tiempo. Sus detractores decían que se parecía a un pastor electónico por su manera ampulosa de hablar, en cambio otros sostienen que las selecciones de videos y las dramatizaciones con que ilustraba sus charlas son ejemplos que deben ser imitados por más de un funcionario. Reynoso fue trasladado por presiones del ex secretario de Lucha Contra la Drogadicción, Eduardo Amadeo, pero se cree que actuó por ordenes superiores, ventilaría aspectos escabrosos de la última etapa de la vida política argentina pero para ello tendría que renunciar a la DEA, una idea que no le disgusta.
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