El Tribunal Superior de Londres, formado en esta ocasión por tres jueces, uno de los cuales es Simon Brown, el presidente, considerará, a partir de ahora, los argumentos de las partes para decidir si el "caso Pinochet" merece ser revisado por la justicia.
No obstante, los jueces han reconocido hoy que las partes tienen derecho a recurrir la decisión de Straw de mantener en secreto el informe médico por el que concluyó la liberación del general.
Lo que ha hecho el juez Brown, una vez más, es convertir esta vista, en la que las partes pedían permiso para solicitar la revisión del caso, en una apelación formal para decidir si el proceso puede ser revisado por la justicia. En otras palabras, los tres magistrados han pasado, de considerar la forma de la petición de las partes, a estudiar el fondo de la misma.
En un comunicado hecho público hoy, Amnistía Internacional "celebra" la decisión de los jueces e insiste en que el proceso debe centrarse ahora en los argumentos de fondo que defienden los solicitantes.
Las partes insisten en que el informe médico de Pinochet "es de interés público", entre otras razones porque es el documento en cuyas conclusiones se ha basado el ministro para inclinarse a denegar la extradición de Pinochet a España.