El ministro aseguró que «no duda» de la palabra del juez Baltasar Garzón respecto a que él no había filtrado el informe. Igualmente, Matutes afirmó que le parece una decisión “correcta” y “propia de un juez” la petición que el magistrado hace a tres médicos para que analicen el documento en el que se recoge el resultado del examen médico al que fue sometido Pinochet.
En opinión del jefe de la diplomacia española, el informe es “concluyente y rotundo, sin fisuras, sobre la incapacidad de Pinochet de afrontar un juicio”. Según él, queda totalmente excluida la posibilidad de que al ex dictador se le practiquen nuevos exámenes médicos y, en consecuencia, considera que, definitivamente, el caso del ex dictador está en manos del ministro británico del Interior, Jack Straw.
Abel Matutes insistió, una vez más, en que el Gobierno español no recurrirá la decisión que tome Straw, “por coherencia” y para “evitar hacer el ridículo” cumpliendo con lo que públicamente se ha dicho siempre.
En cambio, el fiscal jefe de Ginebra, Bernard Bertossa, aseguró ayer, tras revisar el informe médico sobre la salud de Augusto Pinochet, que su país mantendrá la petición de extradición del ex dictador chileno.
El fiscal hizo estas declaraciones un día después de haber recibido el informe de los médicos británicos que consideran que el ex dictador, de 84 años, no está en condiciones de soportar un juicio por los crímenes cometidos durante su régimen.
Bertossa emitió una orden de arresto contra Pinochet por la desaparición de un estudiante suizo-chileno y afirmó que, a su entender, no hay nada en el informe que indique que Pinochet no puede afrontar un juicio. “Creemos que el Gobierno británico no puede negar la extradición, porque el informe médico sobre la salud de Pinochet no dice que sea imposible trasladarlo a España”, afirmó.
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