Viale declaró que ATC no le pagó los sueldos de los meses de diciembre de 1999 y enero de 2000, ni le reconoció la relación de dependencia que reclama, por lo cual se consideró despedido y exige la indemnización correspondiente.
Según fuentes del canal oficial, el conductor tenía un contrato artístico con la emisora, por el cual percibía un sueldo de 36 mil pesos mensuales.
Viale, al considerarse despedido, reclamó en su presentación por los 30 años de trabajo en el canal estatal. Viale ingresó al viejo canal 7 en 1970 y sostiene la existencia de un vínculo laboral desde aquel año.
Por su parte, desde la oficina legal de ATC se señala que dicho vinculo quedo interrumpido cuando en el año 1993 el conductor solicitó una larga licencia sin goce de sueldo y comenzó a conducir un programa por otra emisora.
La audiencia de conciliación es una instancia obligatoria en este tipo de diferendos. Si no se llega a un acuerdo, la demanda seguirá adelante en el fuero laboral.
El canal estatal ATC arrastra un concurso de acreedores, que se tramita en el juzgado comercial 26 de la doctora María Elsa Uzal, en donde se declaró un pasivo cercano a los 80 millones de dólares.
ATC solo le reconoce al periodista una deuda por el mes de diciembre, pero aduce que la productora de Viale, llamada “Medios”, tenia deudas con la emisora, por el programa que él realizaba en coproducción. En base a ello, el saldo calculado a favor de Mauro Viale sería de $ 9.400. Viale ya había rechazado este pago.
Por el contrario, el periodista sostiene que la deuda, según el convenio colectivo que rige a los periodistas y los años de antigüedad que declara, oscilaría en una suma cercana al millón y medio de pesos.