Por eso no se entendía la preocupación del presidente de la Corte ya que esa misma semana había logrado sortear una crisis larvada entre el máximo tribunal y el Consejo de la Magistratura por el recorte salarial para los empleados judiciales. Ante el estado de rebelión de los judiciales –la crisis logró acuerdos que tiempo atrás hubieran sonado insólitos como el que firmaron los sindicalistas Herman Mendel y Hugo Leguizamón y los directivos de la Asociación de Magistrados y Funcionarios, Raul Madueño y Alberto Lugones- Nazareno buscó ganar tiempo porque entiende que tampoco el Poder Judicial puede mirar para el costado en momentos en que todos los sectores se achican. Por eso instruyó a Nicolás Reyes –el “décimo ministro” por su muñeca política para conformar a unos y a otros en esas difíciles alturas- para que busque resquicios en el presupuesto y cumplir con lo pactado con el gobierno pese a las desmentidas de Gil Lavedra de negar cualquier acuerdo. Claro que en la intimidad no existe mucho ánimo de tocar los sueldos en la Corte porque saben que ya le negaron a los empleados y funcionarios un reescalafonamiento del 20 % y eso es un aumento encubierto que no se cumplió. Por lo pronto se dará como hecho la poda de $ 6 millones que le hicieron funcionarios de Economía al actual presupuesto, cuando Reyes –en viaje por Alemania donde fue a visitar a una hija después de 3 años de no tomarse licencia- estaba fuera de sus dominios.
hugo morales / dju
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