La acción fue iniciada por Deutsche Shell GmbH, la unidad alemana de Royal Dutch/Shell, quien demandó a Andreas Shell, quien poseía la dirección.
Cuando la petrolera trató de registrar el dominio shell.de (la extensión “.de” corresponde a sitios de Alemania) como su página web en mayo de 1996, descubrió que el nombre pertenecía a una firma que compró nombres comerciales famosos y luego los vendió.
Shell no aceptó un acuerdo con la esa compañía registradora, que vendió la dirección a Andreas Shell, quien usó shell.de como su página principal para traducciones y negocios publicitarios.
El juez dijo que todos tenían el derecho a un sitio en Internet con su nombre, sin importar si era para uso personal o para negocios. Sin embargo, esto no tenía sentido si había una gran diferencia entre los intereses de los que reclaman el nombre.
Precisamente, el nombre Shell es muy conocido, consideró el juez, y la mayoría de los clientes esperarían encontrar la página de Internet de la empresa en shell.de, no la de un individuo.
La decisión es la más reciente de una serie de casos internacionales, presentadps por gente famosa y firmas contra individuos a los que acusan de “ciberintrusos”.
Actrices famosas como Julia Roberts y Nicole Kidman, y las cantantes pop Madonna y Céline Dion han ganado casos para proteger las marcas registradas de sus nombres en la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI).
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