El magistrado argentino acreditó en el expediente judicial, a través de varios testimonios, que Bolivia formó parte del Plan Cóndor durante la presidencia de facto de Bánzer, a mediados de la década del 70, cuando todos los países del Cono Sur estaban bajo el control de regímenes militares.
Para Canicoba, a Bánzer le cabe responsabilidad en su carácter de jefe de Estado, porque según el criterio de la justicia argentina, el Plan Cóndor fue una coordinación entre Estados, para perseguir a disidentes políticos que huían de sus países escapando de la persecución militar.
En la misma causa, Canicoba Corral ya reclamó la extradición de otros dos ex dictadores, el chileno Augusto Pinochet y el paraguayo Alfredo Stroessner -que vive asilado en el Brasil- y procesó con prisión preventiva al argentino Jorge Rafael Videla, a quien le imputa no sólo su responsabilidad como presidente de facto sino también la autoría mediata de la desaparición forzada de 72 personas en el marco del Plan Cóndor.
Fuentes judiciales confirmaron que el pedido argentino, que ya fue cursado a Interpol, le impediría a Bánzer salir de La Paz, ciudad a la que regresó desde Estados Unidos para pasar las fiestas de fin de año.
Bánzer volvió a la presidencia de Bolivia por la vía de los votos, pero abandonó la presidencia el 4 de agosto pasado, aquejado de una enfermedad terminal. Desde ese momento vive en Estados Unidos, donde se somete a tratamientos intensivos.
En el expediente que se sustancia en la secretaría federal Nº 14, a cargo de Oscar Aguirre, se documentó que el origen del Plan Cóndor radica en Chile a fines de 1974, por iniciativa de Augusto Pinochet a través de su lugarteniente, el general Manuel Contreras.
Canicoba ya solicitó la extradición del ex jefe de la policía secreta chilena, Manuel Contreras, procesado en la Argentina por la juez María Servini de Cubría, por considerarlo integrante de una asociación ilícita que asesinó en Buenos Aires al jefe del Ejército chileno Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert.