Más de un centenar de tropas equipadas con mascaras anti gas, pistolas lanza gases y armas largas se distribuyeron estratégicamente en el interior edificio estableciendo puestos de control en los accesos, mientras que las terrazas se habían dispuesto francotiradores, según confiaron encargados de la seguridad habitual del Palacio.
Minutos después de las 13:00 las tropas fueron se apostaron en las escalinatas en triple fila a la espera de manifestantes que venían de Plaza de Mayo y que nunca llegaron, pero pequeños grupos de jóvenes dispersos en la Plaza Lavalle eran seguidos con atención por los integrantes de la fuerza de seguridad que vigilaban en la zona.
A esa hora fue cerrada la puerta principal del edificio y creció el estado de nerviosismo de los empleados y abogados que realizaban trámites ante los juzgados de feria. Una hora después se ordenó el repliegue de los efectivos que se encuentran acantonados en los dos salones principales de la planta baja.