La justicia francesa ordenó a la compañía con sede en California, en noviembre del 2000, impedir que los residentes en su territorio puedan acceder a esos sitios.
Un año después, un juez federal estadounidense resolvió que Yahoo no estaba obligada a cumplir con las leyes francesas que rigen el contenido de Internet en sitios con sede en Estados Unidos.
No obstante, ahora el tribunal francés decidió que la ley francesa puede ser aplicada a los sitios en idioma inglés y con independencia de donde se encuentre la sede de su titular.
En el futuro juicio se escucharan las acusaciones relativas a que Yahoo estaría incitando al odio racial, al permitir a los cibernautas franceses comprar libros, puñales y uniformes de campos de concentración nazis e insignias de las SS en su servicio de subastas on line.
Tres agrupaciones que representan a la comunidad judía francesa y a personas que luchan contra el antisemitismo presionaron para presentar los cargos criminales en octubre pasado. La corte también resolvió que las partes interesadas se reúnan el 7 de mayo para fijar una fecha de inicio del juicio.
Cabe destacar que es ilegal bajo la ley francesa exhibir o vender objetos con connotaciones racistas. El portal francés de Yahoo no subasta artículos nazis, pero los cibernautas que residen en ese país, al igual que otros, pueden cambiarse al servicio Yahoo.com haciendo un simple “clic” e ingresar desde allí al sitio de subastas.
En nuestro país, en noviembre del año 2000, la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín resolvió que no es delito en la Argentina la subasta de literatura y objetos del régimen nazi por medio del sitio Yahoo! de Internet.
La causa le había tocado al juzgado federal en lo criminal y correccional de San Martín Nº1, a cargo del Dr. Hugo Gurruchaga, quien le dio intervención al fiscal Jorge Sica. Este entendió que no había delito. Gurruchaga elevó las actuaciones a la Cámara Federal de San Martín, quien confirmó el archivo de las actuaciones.
El tribunal basó su fallo en que esas ventas no violan la ley antidiscriminación y que cuando se trata de analizar acciones relacionadas con la libertad de expresión se debe actuar con cautela para no caer en los mismos defectos que la norma pretende evitar.