Los bancos en cuestión son el Galicia, Sudameris, Río, Scotiabank, Citibank y BankBoston, cuyas autoridades no pusieron reparos en cumplir la orden judicial para devolver el dinero, que llega a la suma de cinco millones de dólares, según informaron fuentes judiciales.
Los depósitos retenidos van desde los diez mil hasta el millón de dólares y su devolución es supervisada por personal del juzgado de Bergés.
En la causa habían declarado los directivos de los bancos y se realizaron allanamientos en varias sucursales de las entidades crediticias. Los directivos bancarios que se presentaron ante Bergés brindaron declaraciones coincidentes, al afirmar tener el dinero para devolverle a los depositantes, pero que se vieron impedidos por las restricciones impuestas por el Banco Central
Bergés tomó intervención a partir de una denuncia formulada por un ahorrista a quien el banco Sudameris se negó a restituirle los 15 mil dólares que tenía depositado en un plazo fijo, y la extendió a otras entidades de crédito, citando a declarar como testigos a unos 400 damnificados por las restricciones financieras, cuyos testimonios dieron origen a los allanamientos.
El magistrado, más allá de las limitaciones impuestas por las autoridades financieras, quiere establecer la responsabilidad penal, en orden a la presunta comisión del delito de "administración fraudulenta" de los directivos de los bancos que tomaron los depósitos.