Según la información de Página/12, el secretario de Inteligencia del Estado, Carlos Soria, amenazó a varios jueces federales (entre ellos Ballestero) con ponerlos en comisión, si no encarcelaban al ex ministro de Economía Domingo Cavallo y a los banqueros Eduardo Escasany y Carlos y José Rohm.
Pero Ballestero resolvió “no hacer lugar” al pedido de recusación al considerar que la querella no invocó las razones previstas en el artículo 55 del Código Procesal Penal, que debe entenderse, aseguró en la resolución, en un sentido “restrictivo”.
Para el abogado Fabris, “la irregularidad es que el juez no dejó constancia de esa reunión (con Soria) en la causa” aunque pasaron casi cuatro meses. Además, remarcó que –al rechazar la recusación por razones formales- “no negó que la reunión efectivamente haya existido”.