La denuncia fue formulada por el comandante de Gendarmería, Pablo Alberto Silveyra, y recayó en el juzgado federal a cargo de Rodolfo Canicoba Corral, quien dispuso una serie de medidas, que incluyeron allanamientos en dependencias de la fuerza en Campo de Mayo.
La causa apunta al apoderamiento ilegitimo de dos contenedores de cigarrillos que habían ingresado de contrabando, ilícito que investigó el juez de instrucción Jorge Brugo, quien ordenó que esa mercadería fuese incinerada. Fuentes de ese juzgado así los confirmaron a Diariojudicial.com , quienes además destacaron que "en nuestro expediente se encuentra agregada el acta de destrucción", por lo que ahora Brugo también está interesado en saber quienes son los responsables de esta maniobra.
Silveyra denunció públicamente y ante la Justicia que los cigarrillos no habían sido quemados y responsabilizó a altos funcionarios de la fuerza por la maniobra de comercialización de los mismos.
Entre los oficiales denunciados figuran el Jefe de Agrupaciones de Unidades Operativas, comandante mayor Jorge Villalba; el jefe del Escuadrón Vial Autopista, comandante Dario Esper y el Director Nacional de la gendarmería nacional, comandante general Hugo Alberto Miranda, quien fue acusado de omitir denunciar la comisión de los ilícitos, según consta en las actuaciones.
Los cigarrillos habían ingresado a la guarnición Campo de mayo el pasado 3 de abril en cumplimiento de una orden impartida por Brugo, quien al igual que otros magistrados, dispuso su incineración precisamente a fin de evitar que ingresen al mercado. Sin embargo, existen elementos para suponer que esa mercadería se vendió en comercios del conurbano bonaerense.