La reforma, que es impulsada por el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Jorge Taiana, se basa en que desde el actual Ejecutivo se tiene la convicción de que desde el endurecimiento del sistema de excarcelaciones el mismo ha presentado consecuencias negativas en vez de aportar soluciones.
En ese sentido, Taiana precisó que en el sistema carcelario de la provincia “hay muchas personas que están detenidas innecesariamente” y a modo de ejemplo comentó el caso de un hombre que estuvo detenido cerca de una año por robar “una pata de pollo”.
Para el secretario, la detención indiscriminada tuvo como una de sus consecuencias que actualmente las cárceles y las comisarías de toda la provincia estén atravesando una situación “explosiva”.
Para el funcionario la reforma estaría relacionada con la descompresión del sistema carcelario bonaerense el que, según manifestó, en algunos casos de encuentra saturado y a modo de ejemplo comentó que en muchas comisarías y cárceles faltan camas para los reclusos.
Como una posible solución, Taiana opinó que “muchos de los detenidos podrían estar bajo control domiciliario o de pulsera electrónica” y de esa forma se podría, comentó, “descomprimir la creciente superpoblación que se registra en las cárceles”.
“No se trata de un problema de mano dura o mano blanda, sino que es un problema de eficacia en la represión del delito”, manifestó el funcionario cuando se lo consultó si con esta medida se dejaría de lado la mano dura pregonada por Ruckauf.