De fondo no suena el hit “Resistiré”, pero igual, Agüero cuenta su historia. Dice que llegó a tener 22 años de antigüedad en el Correo, donde se desempeñaba como delegado sindical de la sucursal 6, en el barrio porteño de Flores. Cuenta que la empresa le pidió que renuncie y cómo se negó, lo apartaron mediante una denuncia de “violación de correspondencia”.
Enseguida asegura que se trató de una falsa acusación para sacarlo del medio, y remarca que en primera instancia el fiscal Guillermo Montenegro había solicitado que se rechace la denuncia y se lo sobresea, por considerar que los hechos que se le imputan “no tienen entidad suficiente como para sustentar un reproche penal”.
Sin embargo, el juez federal Jorge Urso no compartió el criterio del fiscal y lo apartó de la causa. En su reemplazo, Eduardo Taiano requirió que se habra el sumario e impulsó medidas de prueba que terminaron en el procesamiento y elevación a juicio de la acusación contra Agüero.
Sin sacarle los lentes de sol y acomodando frenético el sobretodo negro, el ex cartero explica que el próximo 22 de setiembre su caso será debatido por el Tribunal Oral Federal 6 y que rechazó la probation (suspensión del juicio a cambio de reconocer culpabilidad y pena de trabajos comunitarios).
“No voy a aceptar la probation, voy a ir a juicio oral. Quiero que me escuchen y voy a demostrar que soy inocente”, dijo Agüero. “No puedo admitir como cierto un hecho que no cometí y que me armaron”, remarcó, mientras el viento frío de la tarde reducía la sensación térmica todavía un poco más.