El accionante es Li Hongchen, de 24 años, quien en dos años había gastado más de 1.000 dólares participando con su computadora conectada a internet para ganar armas y victorias en el popular videojuego “online” Hongyue, o Luna Roja, para descubrir luego que sus armas virtuales habían sido robadas por algún otro usuario que había ingresado a la red de la empresa.
Por ello, Li pidió a la compañía Beijing Arctic Ice Technology Development que identificara al jugador que le robó su propiedad virtual, pero la empresa se negó alegando que no podía facilitar los datos de un jugador porque eran de carácter privado, resolviendo el afectado iniciar acciones legales en un tribunal tras no recibir tampoco respuestas de una denuncia policial que radicó.
La compañía de juegos de internet argumentó en el juicio que “el valor de la propiedad virtual sólo existía en el juego” y agregó que eran “simplemente montañas de datos” para las compañías operativas, pero el tribunal entendió que los daños ocasionados al usuario por un error de protección de la empresa debía ser reparado.