Centralmente, la presentación apunta al fiscal de la causa sosteniendo al respecto que la única explicación posible para la conducta que permanentemente ha seguido en cuanto a informar a los medios –especialmente a La Nación-, antes que al Juzgado y a esta parte, es que “persigue presionar al magistrado interviniente” con publicaciones que apuntan a perjudicarlo.
“Cualquiera podría pensar que se trata de una simple aceptación de lo que se ha dado en llamar, hipócritamente, “los tiempos de los medios” que, a no dudarlo, son más veloces que los de los Tribunales” donde “se detiene a una persona en el noticiero de las 6 de la mañana, se lo indaga en el del mediodía y se lo procesa en el de horario central vespertino” agregó.
En la presentación, el imputado acusado de enriquecimiento ilícito señaló estar “embarcado en una campaña de desprestigio a mi persona y mi familia, como pocas veces ha ocurrido en un diario de gran tirada”.
Refirió en el escrito que “se pretende con la sarta de falsedades y demostraciones de ignorancia procesal” presionar al juez para que dicte una resolución contraria a derecho, sobre la base de información que no se corresponde con el contenido del expediente ni, especialmente, con la prueba producida en autos.
Destaca que las noticias referentes a su causa no obedecen a una “investigación profunda ni exhaustiva” sino pretenden quedar bien con los ignorantes que manejan los medios para su negocio espurio sin medir consecuencias.
Concluye el ex magistrado “sobre la base de la elocuencia de la única prueba válida en autos, que es la pericial contable, no objetada desde 2001 por el Ministerio Público” reiterar mi pedido de sobreseimiento, sin que la formación del presente sumario afecte el buen nombre y honor de los que gozo.