Fraga Mancini ya declaró en la causa dos veces. La última fue luego de la confesión del ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, y en ambas oportunidades negó tener conocimiento de los sobornos.
Sin embargo, en los últimos días perdió su puesto en el Senado, por lo que los fiscales esperan que diga algo más. De hecho, según versiones periodísticas, le dijo a allegados que en sus declaraciones “no abordó la cuestión de fondo” del caso coimas, pero adelantó que lo haría “un poco más adelante”.
Así se afirma en una nota del diario Río Negro del martes último, donde se afirma que Fraga Mancini se preparaba además para impugnar “por nula” la decisión del vicepresidente del Senado de dejarlo cesante.
“Si quiere hablar hay que escucharlo”, dijeron en la fiscalía federal a cargo de la causa en referencia a Mancini, de quien alguna vez se pensó que sería el segundo arrepentido del caso.
Allí también se le reclamó al Canicoba Corral que obtenga fotografías de todos los edecanes del ex presidente Fernando de la Rúa para exhibírselas al arrepentido Mario Pontaquarto.
Es una medida más que busca encontrar testigos sin compromisos políticos que puedan, llegado el caso, avalar la versión de Pontaquarto sobre la reunión en la Casa Rosada donde De la Rúa habría afirmado que los senadores justicialistas debían arreglar “con (el ex jefe de la SIDE Fernando) de Santibañes” los detalles del soborno.
El procesado ex senador José Genoud y el mismo De la Rúa en un escrito presentado por motu proprio aseguraron que el cónclave no existió y los investigadores explicaron que no esperan colaboración de los otros supuestos participantes “políticos” del cónclave: los senadores justicialistas Augusto Alasino y Alberto Tell y el ex ministro Alberto Flamarique, quien se habría sumado a la reunión más tarde.
En esa línea, tal como se informó ayer, en el juzgado ya piensan en citar a mozos, cafeteros y empleados administrativos de la Casa Rosada. Mientras tanto, los fiscales pedirán un análisis a fondo de la agenda oficial presentada por De la Rúa, donde algunas reuniones del ex presidente aparecen “intencionalmente borradas con líquido corrector blanco”, explicaron fuentes judiciales.
Flamarique en la mira
Otra de las medidas solicitadas por Freiler y Delgado es el entrecruzamiento entre las llamadas telefónicas del ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y el radical José Genoud. Según Pontaquarto, el ex ministro de Trabajo recibió 350.000 mil dólares de la coima.
Los fiscales quieren saber, especialmente, las comunicaciones que Genoud y Flamarique mantuvieron entre el miércoles 26 y el jueves 27 de abril de 2000. Es decir, entre la aprobación de la ley laboral y el viaje del ex jefe del Senado al exterior. “Si las cosas son como las cuenta Pontaquarto (que Genoud le entregó dinero a Flamarique) se tienen que haber comunicado en ese lapso”, especularon cerca de los representantes del ministerio público.
Freiler y Delgado ya habían pedido la indagatoria de Flamarique al comienzo del caso, pero el acto quedó trunco hasta que el expediente se reactivó en diciembre, tras la explosiva confesión de Pontaquarto.