En diálogo con la prensa tras la declaración de dos horas y media, Pontaquarto explicó que le mostraron fotografías de los edecanes y reconoció a uno de ellos. “Sí, reconocí a uno, era uno de los edecanes del presidente en aquella oportunidad”, explicó el arrepentido.
El juez Canicoba Corral ya citó a varios edecanes de aquella época para que presten declaración testimonial a partir de la última semana de febrero, es una de las medidas con las que el magistrado pretende acreditar si el encuentro que describe el arrepentido en verdad existió.
También, Pontaquarto contó que a pedido de los funcionarios judiciales realizó un croquis del despacho presidencial y describió los muebles y el decorado del salón, y aclaró que fue “la única vez” que ingresó a la principal oficina de la Casa Rosada.
“En la reunión estaban (José) Genoud, (Augusto) Alasino, (Alberto) Tell, el presidente y yo”, ratificó Pontaquarto, quien de cualquier modo se mostró pesimista sobre la posibilidad de probar el encuentro. “Todos los demás participantes lo van a desmentir”, se lamentó.
Una indagatoria por mentir
En tanto se supo que el juez Juan José Galeano tomará declaración indagatoria en los próximos días para Alejandro Ruidía, el chofer de Fernando De Santibañes en la SIDE que fue denunciado por falso testimonio por Canicoba Corral.
Pontaquarto identificó a Ruidía como el hombre que le ayudó a cargar en el baúl de su automóvil los cinco millones de pesos de la coima, que el ex secretario parlamentario trasladó al departamento del ex senador Emilio Cantarero, hoy procesado como el propio arrepentido, De Santibañes y Genoud.