Fraga Mancini ya había declarado por segunda vez en la causa en diciembre pasado, tres días después de la explosiva confesión del arrepentido Mario Pontaquarto, quien lo señaló como uno de los que sabía sobre los sobornos.
Sin embargo, Fraga Mancini desmintió al ex secretario parlamentario, aunque hace poco dijo en un diario provincial que el sabía más y que hablaría en el momento oportuno.
Hoy, en la audiencia, el ex empleado del Senado ratificó su declaración anterior, en la que dijo no saber nada sobre el asunto, y aclaró que “lo nuevo” que tenía para decir era sobre la reciente expulsión de la Cámara Alta y no sobre las coimas.
Así, se volvió a frustrar una nueva oportunidad para que hable un hombre que, sospechan los investigadores, sabe más de lo que dice.
Lo que sí hizo Fraga Mancini es completar un “cuerpo de escritura” que será utilizado eventualmente en una pericia caligráfica, para comparar su grafía con la que aparece en el “recibo” de las coimas que aportó Pontaquarto.
Más medidas
Aunque el juez Canicoba ya consideró probada la existencia de las coimas a partir de la declaración de Pontaquarto, fuentes judiciales explicaron que no se descarta citar a una declaración testimonial a la mujer del arrepentido.
Si efectivamente declara, la esposa de Pontaquarto, actualmente en el exterior por razones de seguridad, podría consolidar la versión de su marido, porque éste la nombró en su relato: dijo que discutió con ella porque llevó el dinero de la coima a su casa de General Rodríguez.
Mientras tanto, se sigue a la espera del análisis de las apelaciones a los procesamientos de Pontaquarto, de De Santibañes y de los ex senadores Genoud y Cantarero que debe realizar la Sala I de la Cámara Federal, que se integrará con al menos dos jueces de la Sala II, confirmaron fuentes judiciales.
En paralelo, el juez Canicoba tomará declaración pasado mañana al teniente coronel Mario Troncoso, ex edecán del presidente Fernando De la Rúa, que fue identificado por Pontaquarto como uno de los presentes en la antesala de la presunta reunión en Casa de Gobierno donde el ex presidente aliancista pareció estar al tanto de las coimas.
Fuentes judiciales confirmaron que los edecanes (además de Troncoso están previstas otras tres declaraciones) no están obligados a guardar secreto sobre su actividad cerca del ex presidente, como sí rige para agentes de inteligencia.
Quien ya pidió monitorear estas declaraciones es el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique, quien presentó a través de sus abogados Marcos Salt y Natalia Sergi un pedido para presenciar las testimoniales.
En rigor, Flamarique nunca fue indagado en la causa, pero estuvo citado para declarar como imputado, en aquella vieja serie de declaraciones ordenadas por el ex juez Carlos Liporacci, que luego quedaron sin efecto.
La preocupación de Flamarique es lógica: su nombre aparece en la declaración de Pontaquarto como quien se incorporó después a la reunión en la Rosada, pero principalmente como el supuesto destinatario de 350.000 dólares de la coima.
También se lo recuerda, claro, por aquella frase del dirigente sindical Hugo Moyano, quien denunció que Flamarique le dijo que tenía “la Banelco” para que los senadores votasen la Ley de Reforma Laboral. Flamarique pidió además que sus letrados estén presentes en la declaración del actual canciller Rafael Bielsa, prevista para el martes 25.
Genoud sigue en cama
En tanto el defensor de Genoud, Miguel Ángel Almeyra, prometió presentar mañana un certificado médico para demostrar que el ex jefe del Senado debe hacer reposo durante tres semanas.
Así, intentarán desactivar el apercibimiento que le envió el juez Canicoba Corral por no presentarse a notificarse del procesamiento y el embargo que le dictó semanas atrás.
Genoud debía presentarse en el juzgado el 26 de enero pasado junto con los demás procesados, pero no lo hizo y el 1° de febrero sufrió un accidente en la provincia de Mendoza que obligó a su internación.