“Vamos a pedir la nulidad de todo el proceso”, remarcó Ubeira al promediar la jornada de hoy y sorprendió cuando ubicó los ilícitos procesales a partir de mayo de 1995 y no de julio de 1996, cuando Carlos Telleldín cobró 400.000 dólares y luego involucró a Ribelli y los otros policías.
Para Ubeira, en mayo de 1995 hubo una reunión entre el ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja, la fallecida camarista federal Luisa Riva Aramayo y el ex ministro del Interior Carlos Corach donde se acordó la estrategia para que Telleldín –por entonces el único detenido- involucrara a los policías.
En esa línea, aseguró que los teléfonos de su cliente se intervinieron antes de que existiera una orden judicial y que eso se prueba porque en el oficio judicial se habla de “investigaciones efectuadas” y no “por efectuar”. Actuó el inconsciente de quien redactó el oficio”, graficó el abogado.
Después, dedicó largos párrafos a seguir fustigando a quienes ubicó dentro de la conspiración contra su cliente: del juez Juan José Galeano dijo que “actuó criminalmente” y del ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, que “le soltó la mano” al magistrado.
Después, Ubeira cargó duramente contra los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. “Tuvieron la caradurez de preguntar por qué se pagó”, exclamó vehemente señalando las sillas vacias de los dos representantes del ministerio público. Para el defensor de Ribelli –al igual que los de Telleldín, que ya alegaron- los fiscales siempre estuvieron al tanto del pago.
Después, recordó que la diputada Nilda Garré impulsa el jury contra los fiscales, tal como anticipó Diariojudicial.com. “Nos venimos a enterar que Barbaccia está segundo en el concurso para juez federal”, dijo el defensor casi gritando.
Con el pedido de nulidad de hoy, quedó anticipado el cierre del alegato de Ubeira, que se espera para mañana, donde se pedirá la absolución del ex comisario.
Pero observadores de la causa indicaron que el pedido de nulidad desde 1995 no es menos importante, porque se incluiría también todas las investigaciones realizadas en la llamada “causa Brigadas” que derivó luego en la detención de los policías, en 1996.