De las vacantes con concursos concluidos, desde el 2000 hasta la actualidad, 178 se encuentran con terna remitida al PEN, de las cuales 164 son para tribunales habilitados y 14 para dependencias que aún no lo están. En tanto una se cubrió por traslado y la restante se culminó cuando el concurso se declaró desierto.
Según el memo de la Comisión de Selección en la actualidad existen 65 magistrados que tiene pendientes y trabadas sus designaciones, a pesar de que en muchos casos sus pliegos fueron remitidos hace varios meses y en algunos las demoras superan el año y medio.
Recordemos que durante el primer semestre de 2004 el Consejo le había reclamado en varias oportunidades al PEN que se apresurara en la designación de jueces y camaristas, ya que hasta el mes de junio no se había aprobado ninguno de los pliegos.
Un informe al que tuvo acceso Diariojudicial.com, de fecha 15 de junio, destacaba que durante éste ejercicio era nula la cantidad de pliegos aprobados, situación que tiende a la normalidad ya que en pocos meses fueron nombrados 23 magistrados.
Con estas designaciones, según los datos estadísticos, desde el 2000 hasta la actualidad se nombraron 113 magistrados, por el mecanismos de concursos del Consejo de la Magistratura, cantidad que si bien no es menor dista bastante del ideal que se pretende.
En su última visita al Plenario el ministro de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, se comprometió ante los consejeros a comenzar a darle celeridad a las designaciones, ante un requerimiento que le formuló el presidente de la Comisión de Selección, Luis Pereira Duarte.
Se puede decir que el PEN comenzó a darle trámite a las designaciones cuando envió al Senado de la Nación, luego de varios meses, los pliegos del fiscal federal Eduardo Freiler, Daniel Rafecas, Ariel Lijo, Guillermo Montenegro y Julián Ercolini, para comenzar a cubrir las vacantes que existen en el fuero Federal, tanto en la Cámara como en la primera instancia. Freiler fue el elegido para ocupar el cargo de camarista que dejó vacante la fallecida Luisa Riva Aramayo en 2002, Rafecas el juzgado Nº 3, Lijo el 4, Montenegro el 7 y Ercolini el 10.
Las vacantes del edificio de Retiro se convirtieron en uno de los concursos que más expectativas generaron en la opinión pública y en el propio Poder Judicial, ya que ese ámbito se convirtió en el lugar en donde en los últimos tiempos se ventilaron las causas de mayor trascendencia para la vida política e institucional del país.