Pero esta no es la primera vez que el juicio se suspende sino todo lo contrario: la lista de interrupciones al proceso es larga. Saddam y otros siete integrantes de su régimen están acusados de la matanza en 1982 de 148 chiítas, la etnia mayoritaria que vive en Irak, opuesta a los sunnitas que son minoría y a la que pertenece el ex dictador.
El juicio comenzó el 19 de octubre del año pasado. Pero ese día se suspendió para organizar la audiencia de los testigos. En su reiniciación, el 28 de noviembre, el Tribunal Especial iraqui que juzga a Saddam volvió a suspenderlo. Esta vez fue para que el ex vicepresidente de Irak, Taha Yassin Ramadan, nombre a un nuevo abogado debido a que su anterior defensor fue asesinado. Ramadan había rechazado el abogado que le designó la el tribunal.
Las audiencias se retomaron el 5 de diciembre pero también hubo problemas: la defensa de los ocho acusados se había retirado de la sala en señal de protesta contra una medida que impide tomar la palabra a los abogados extranjeros. Finalmente los defensores decidieron volver al recinto después que el juez que preside el tribunal, Mohammed Amine, admitiera escuchar a los dos abogados extranjeros, el ex secretario de Justicia estadounidense Ramsey Clark y el ex ministro qatarí Najib Al Nuami.
El propio Mohammed Amine sería protagonista de la nueva suspensión del juicio. El 10 de enero presentó su renuncia. Los motivos oficiales de su alejamiento fueron motivos personales. Pero otros consideran que fue por las críticas que recibió de políticos iraquíes sobre como presidía el juicio.
Las audiencias se retomaron el 29 de enero. Con nuevo presidente, Rauf Rashid Abdel Arman, esta vez el protagonista de la escandalosa suspensión fue Saddam quien abandonó la sala. Todo ocurrió cuando el presidente del tribunal juzgador echó del recinto a Barzan Al Tikriti, medio hermano de Hussein y ex jefe de los servicios secretos iraquíes porque luego de adverirle que no iba a aceptar discursos políticos, Al Tikriti siguió hablando cuando no le correspondía y utulizando un lenguaje no apropiado según consideró el juez.
La expulsión enfureció a Saddam que le reclamó al presidente por su decisión. Dijo que Al Tikriti padecía cancer y pidió permiso para dejar la sala. Se retiró con sus abogados y otros tres acusados.
Esa sesión dejó la duda de cómo iba a continuar el proceso. Pero este jueves se develó la incongnita cuando Saddam, el resto de los acusados y sus abogados no se presentaron al juicio. De todas formas el tribunal le tomó declaración a dos testigos pero luego suspendió el proceso hasta el 13 de febrero. Continuará......o no.