Lo resolvió el juez Francisco Soto, titular del Juzgado Nº 6 en lo Civil y Comercial Federal, a raíz de una medida cautelar solicitada por la defensora oficial Silvia Otero Rella. El magistrado autorizó la cirugía y le ordenó a la obra social “arbitrar en el plazo de dos días” los medios para que el amparista reciba “en forma inmediata el material requerido a fin de llevar a cabo la operación solicitada”. Según informó la Defensoría General, el actor se recupera en el Sanatorio Colegiales tras ser operado la semana pasada.
La causa se inició con un amparo contra OSECAC para que la obra social le reconozca al amparista el
derecho a la cobertura total respecto a la intervención quirúrgica que ya estaba previsto que realice el cirujano -experto en traumatología- Marcelo Martínez ante la osteomelitis crónica que padece, y los elementos necesarios para la intervención.
El amparista, de 35 años, ya había sido operado por el cirujano Martínez el pasado 30 de mayo, luego de protagonizar un
grave accidente en septiembre de 2005. La segunda operación fue pedida por el mismo cirujano luego de que un nuevo certificado médico demostró que además de la osteomelitis tenía una pseudo artrosis subtrocanterica y deflexión de cadera.
El magistrado destacó en el fallo que la actora le cursó una intimación a OSECAC y que ésta le respondió “que nunca se omitió atender al amparista” y que los profesionales “aconsejan continuar con el antibiótico EV ante la infección que padece ya que ante ese cuadro realizar la intervención podría ocasionarle una posible amputación.
Además, la demanda sostuvo que se le expidió una orden de externación al amparista, pero que éste último
se negó a abandonar el sanitario Colegiales, donde está internada hace varios meses.
El magistrado, sin embargo,
rechazó la intervención del Cuerpo Médico Forense, tal como había pedido la demandada, por entender que eso iba a dilatar la intervención, lo que no era aconsejable teniendo en cuenta el estado de salud del amparista. “Cuestionar o echar luz sobre la decisión de intervención por él recetada resulta incompatible a esta altura de los acontecimientos, pues si en la mejor de las hipótesis para la demandada de que el CMF desaconsejara a la realización de la intervención, otras serían las consecuencias y otros los riesgos”, destacó el juez.
Teniendo en cuenta que “la verosimilitud del derecho” estaba probada en el caso, el estado de salud del paciente, y el peligro en la demora, el magistrado hizo lugar a la medida requerida.
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