Carlos Susevich, padre de Liliana Graciela Susevich quien fue víctima del atentado contra la Embajada de Israel, solicitó que la Corte declare la imprescriptibilidad del delito por ser de lesa humanidad.
El actor había solicitado dicha medida con el fin de que no se perjudiquen futuras solicitudes de extradición respecto de dos imputados, Mugniyah y El Reda Reda, ya que de encontrarse prescriptos en la jurisdicción nacional no podría llevarse a cabo dicha extradición.
El Procurador General de la Nación, Esteban Righi, le aclaró al solicitante que su pedido sobre la imprescriptibilidad no podía ser satisfecho, toda vez que correspondía a un evento futuro que todavía no había acontecido, es decir que nadie había solicitado la prescripción.
Afirmó el agente fiscal que el instituto de la prescripción debía analizarse en cada caso en particular, ya que esta no afecta a una generalidad de imputados, sino que sus efectos son siempre personales.
Los ministros de la Corte reafirmaron la explicación dada por el Procurador, y resolvieron seguir adelante con la investigación –la cual nunca había cesado, toda vez que continúa en pleno trámite-, y reiteraron los pedidos de captura internacionales contra los imputados de la causa.