Franco fue elegido juez de la CIDH en la XXXVI Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizó en junio pasado en República Dominicana. El jurista argentino recibió el voto de 22 de los 24 países que integran la OEA. La CIDH tiene su sede en Costa Rica.
La CIDH se encarga de velar por la defensa de los derechos humanos en todo el continente americano a partir de denuncias que recibe la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ambos tribunales se enmarcan en la Convención Americana sobre Derechos Humanos redactada en 1969. La CIDH funciona desde 1979 cuando la Asamblea General de la OEA eligió a los primeros magistrados para integrarla.
La Corte está integrada por siete jueces que tienen la posibilidad de ser reelegidos por la OEA por un mandato más. Actualmente la CIDH está integrada por: el mexicano Sergio García Ramírez (presidente del tribunal), la chilena Cecilia Medina Quiroga, el costarricense Manuel Ventura Robles, el peruano Diego García Sayán, la jamaiquina Margarette May Macaulay, la dominicana Rhadys Abreu Blondet y el argentino Franco.
En abril de 2006, los jueces de la CIDH visitaron la Argentina y por tres días sesionaron en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un viaje que hicieron por otros países del continente. En esa oportunidad también se entrevistaron con el presidente Néstor Kirchner.
Franco tiene una larga carrera en la defensa de los derechos humanos y en el derecho internacional. Es abogado y se desempeñó como asesor de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados y fue director de la misión de la ONU para la verificación de los Derechos Humanos en Guatemala.