En las 49 carillas del texto, al que accedió Diriajudicial.com, la magistrada explica como Miceli habría solicitado el acta original de la Policía para hacerla desaparecer y así evitar que se conociera la ruta del dinero. También señala que la plata no fue empacada de manera casera como declaró la ex ministra sino que cumplía todos los requisitos de emisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La jueza sostuvo en primer lugar que en la causa no se busca conocer el destino del dinero sino su origen. La jueza descartó los dichos de Miceli respecto a que el dinero había sido guardado en su casa en una bolsa de nylon. “Existe una sutil, pero a su vez abismal diferencia entre 10 fajos de billetes dispuestos uno sobre otro y envasados al vacío con un plástico termocontraíble, y 10 fajos dispuestos en dos pilas de cinco, envueltos en una bolsa de nylon, cerrada con un sellador casero”, explica el dictamen.
Además la magistrada señala que ninguna de las declaraciones testimoniales de quienes vieron el dinero hallado (policías, secretarias de la ex funcionaria y empleados del Ministerio de Economía), coinciden con la versión de la defensa. En ese marco, para la jueza no existe “punto de comparación entre una bolsa de nylon y un envase plástico termocontraíble”.
“El ladrillo de billetes encontrados en el baño de Felisa Miceli fue embalado, sellado e identificado por el Banco Central de la República Argentina, lo que en definitiva permitió su concreta identificación, puesto que, a través de la enunciación de su número de lote se pudo determinar su recorrido”.
Ese número de lote es el 38057 de billetes de 100 pesos que el 21 de mayo salió del Banco Central a la Caja de Crédito Cuenca junto con otros cuatro lotes que hacían un total de 500 mil pesos. “Ese dinero que ingresó legítimamente a Caja de Crédito Cuenca, no salió en esas mismas condiciones”, resalta el dictamen.
El procesamiento indica que la pericia contable arrojó que después del ingreso de la plata a la empresa Cuenca, ésta no hizo ninguna operación de 100 mil pesos o más plata. “Nótese que, poco importan las operaciones de sumas menores, por cuanto, dado que el “ladrillo” de billetes fue encontrado en el mismo estado de envasado con que salió del Banco Central, necesariamente, tuvo que haber salido de la misma manera de Caja de Crédito Cuenca”, aclara.
Respecto al acta que los oficiales de la Policía Federal realizaron para dejar por escrito el dinero encontrado, Servini señala que la ex ministra buscó hacerla desparecer. “Miceli lo que concretamente mandó a buscar fue el acta que estaba en poder de la policía, sin importarle si se trataba de uno o dos originales. Lo que pretendía, era que no quedara rastro escrito alguno de lo que se había encontrado en su baño”, dice el dictamen.
Una de las secretarias de Miceli, María Teresa Barco, declaró que luego del procedimiento la ex ministra le pidió que procure conseguir el acta original. La causa explica que la misma Barco contaba con una copia del acta. Así lo declaró el mayordomo del Ministerio, Miguel Ángel Lescano, ante el fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido: “…tras imprimirse dos copias del acta, una que quedó en poder Barco y la otra en poder del oficial Palo…”. Ese testimonio fue calificado por Servini como “claro y contundente”.
“Lo concreto es que, sea en uno u otro caso, las instrucciones que dio Felisa Miceli, fueron para procurar el documento que estaba en poder de la Policía, el cual, tras llegar a sus manos, nunca más pudo de ser habido, lo que es demostrativo del accionar que se le reprochó”, concluye la jueza.
El dictamen también expone el minucioso relato de cómo fueron los hechos, realizado por el fiscal Guillermo Marijuán, a cargo de la investigación. Señala que el subinspector Patricio Palo, en compañía del cabo primero Carlos Isaías, inspeccionó el 5 de junio del año pasado, como es de rutina diaria desde a última dictadura militar, el despacho de la ministra y halló en un armario del baño la bolsa con los dólares y los pesos.
“El Oficial Palo ante esa situación, se encontró desconcertado pues nunca había hallado dinero en una inspección. De la misma manera Isaias y Lescano estaban sorprendidos. El mayordomo Lescano (NdA: Miguel Ángel, empleado del Ministerio), entonces se ofreció a buscar la llave del placard para dejar allí todo como estaba pero el Oficial Palo, con buen criterio y en un proceder correcto, decidió comunicarse a través de su Movilink, con su oficial de servicio”, relata Marijuán.
Desde el departamento central de policía se le indicó a Palo que “labrara un acta de entrega de valores discriminando los tipos de moneda. Inmediatamente el Oficial Palo decidió labrar el acta con el convencimiento, también, que debía cubrirse ante la eventual posibilidad que se le endilgara un faltante de dinero y esto último, incluso, se lo hizo saber al propio Sr. Lescano”.
Servini dispuso el procesamiento de Miceli sin prisión preventiva, le trabó un embargo por 200 mil pesos y dictó la falta de mérito del hermano de la ex ministra, José Miceli, porque “no existen incorporados en autos elementos de convicción que lo vinculen en forma concreta con la recepción del dinero, y que justifiquen el agravamiento de su situación procesal”.
La jueza también dispuso que se enviaran testimonios al juzgado federal de San Martín para que investigue si la financiera Cuenca incurrió en algún delito.