Para el camarista, la resolución del Consejo tuvo irregularidades, pues en la misma se rechazó un pedido suyo de recusación contra los consejeros Luis María Cabral, representante de los jueces, y Nicolás Fernández.
Barbarosch había recusado a Fernández porque éste se desempeñó como instructor del sumario y luego votó en su contra. "Encuentro sustento en el temor de parcialidad, en virtud de haber sido el consejero quien tuvo a su cargo la instrucción, y en consecuencia a mi criterio no tiene neutralidad frente a este caso. El proyecto de dictamen del consejero Fernández, es absolutamente parcial, violando sistemáticamente todas las garantías de la defensa en juicio y el debido proceso", señaló Barbarosch.
En cuanto a Cabral, el camarista había fundado su pedido de recusación en que un secretario del consejero, José Luis Ortega, fue una de las personas a raíz de las cuales luego terminó siendo denunciado en el Consejo. Ortega -según había detallado el camarista en su presentación - estuvo acusado de cobrar irregularmente sumas de dinero mensuales a un empleado de un juzgado con licencia psiquiátrica, donde aquel se desempeñaba como secretario.
Justamente por ese tema Barbarosch fue denunciado por sus pares de la Cámara del Crimen ante el Consejo, que finalmente fijó una sanción del 30 por ciento sobre su sueldo. También fue acusado por haber protagonizado una pelea a trompadas con otro juez. Además, los pares de Barbarosch habían solicitado que se le practique una pericia psiquiátrica, algo sobre lo cual el Consejo no se expidió en ninguna parte de su resolución.
"Es imposible dejar de mencionar la omisión deliberada de no tratar el pedido de pericia psicológica que me han efectuado todos mis colegas en el mes de septiembre de 2006", consignó el juez multado.
Barbarosch calificó como "omisiones deliberadas" de parte del Consejo de no tratar ni la recusación contra el senador Fernández ni tampoco la de Cabral, "las cuales tienen gravedad institucional". Ahora, la palabra la tendrá el Máximo Tribunal, que podrá confirmar o revocar la sanción fijada por el Consejo.