DiarioJudicial.com accedió a la denuncia presentada por Righi ante el presidente de la Cámara Federal, Eduardo Freiler, como es habitual. Allí le pidió que se realizara el sorteo correspondiente y manifestó que las amenazas a la Presidenta se trataban de un delito “de acción pública”.
El texto, que analizará Lijo, contiene el informe elevado por el Jefe de la Casa Militar, Alejandro Graham, al secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli. Allí el coronel Graham detalló que el helicóptero H-03 despegó de Olivos a las 11.34 del viernes y que unos segundos más tarde, al presentarse en la frecuencia de radio control como la aeronave que trasladaba a la Presidenta, se produjo “una interferencia ilícita con epítetos irrespetuosos” a la primera mandataria.
El punto 4 del informe presentado a Parrilli, detalla que “a continuación (aproximadamente 40 segundos después) se escuchan 5 segundos de una marcha militar; ‘Avenida de las Camelias’ (tristemente célebre por ser la que acompañó al famoso comunicado número 1 de la Junta Militar – 1976”.
Graham le indicó a Parrilli que una vez anoticiado de las amenazas, decidió “informar y pedir apoyo a la Secretaría de Inteligencia a los efectos de adoptar medidas de contrainteligencia contra ese tipo de interferencias en las comunicaciones”.
La primera interferencia que se escuchó apenas la aeronave levantó vuelo, según las desgrabaciones hechas por Graham, fue “maten a la yegua” (sic). Luego se oyó por cinco segundos la marcha militar “Avenida de las Camelias” y cuando el helicóptero pasaba por el Club de Pescadores se escuchó “boludos maten al pescado” (sic). Posteriormente y antes de aterrizar en Casa Rosada tuvo lugar la última interferencia que pedía: “Matenla” (sic).
Los pilotos que operaron el H-03 que trasladó a Fernández de Kirchner fueron el vicecomodoro Alejandro Galliani Mazzuchi (comandante) y el mayor Oscar Juan Luzardo (co-piloto).
Este mediodía, minutos después de las 12, la Presidenta habló por cadena nacional para anunciar medidas económicas. Si bien estaba previsto que se refiriera a las amenazas que sufrió el viernes, no pronunció una palabra alguna al respecto y se limitó a defender los logros en materia económica de su gestión y la de su esposo, Néstor Kirchner.
Sin embargo, mencionó que desde el golpe militar de 24 de marzo de 1976, la Argentina perdió en los términos de intercambio. “Vendíamos cosas baratas y comprábamos las cosas caras, no había posibilidades de no endeudamiento”, dijo.
Quien sí se refirió a las interferencias fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que consideró “muy llamativo” el hecho y sostuvo que las amenazas tienen “la vocación de pretender amedrentar, pero no lo van a conseguir”.
Fernández advirtió que las interferencias podrían estar ligadas al juicio por violaciones a los derechos humanos en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) que comenzó el mismo viernes y que tiene al ex capitán de fragata Alfredo Astiz, entre otros, en el banquillo de los acusados.