“No sólo los abogados son reacios a la tecnología, también gente de Tribunales. La idea de cambio o la confiabilidad del sistema informático es algo que generacionalmente se nos ha venido encima. Sobre todo a gente de determinada edad, que estudiamos y empezamos a trabajar en Tribunales con una máquina de escribir”, afirmó en ese sentido Carlos Molina Portela, juez del juzgado civil N° 46 de Capital Federal. En diálogo con DiarioJudicial.com expresó que son ellos los que deben “generar confianza a partir de resultados”.
Tres años atrás, en su búsqueda para reducir la cantidad de asistentes a la mesa de entradas de los juzgados, Molina Portela midió la cantidad de gente diaria en tres de ellos, en distintos pisos. La cifra arrojó unas 400 por oficina. “En ese momento nos preguntamos qué podíamos hacer para mejorar eso con elementos informáticos y sin ninguna reforma legislativa”, recordó. Con la incorporación de una mesa central receptora de escritos y junto al sistema implementado por él, el número de asistentes a esos juzgados se redujo a 250 personas promedio y, según informaron, “la tendencia es la misma en los juzgados que adoptaron el mecanismo”.
El proyecto está en etapa directa de implementación desde hace año y medio. ¿En qué consiste? Sencillamente en que determinados trámites se pueden realizar vía mail, con el objetivo de agilizar la comunicación entre el abogado y el tribunal. Aquellos documentos que aplican al sistema son los escritos de mero trámite (que no requieran sustanciación, por ejemplo las providencias simples, definidas bajo el artículo 160 del Código Procesal Civil) y el confronte (desarrollo de un proceso visible en el expediente que lleva de un acto procesal a otro, controlado por el juez y las partes).
DiarioJudicial.com se acercó al juzgado Nº 46 para ver cómo funciona el sistema y en qué agiliza la comunicación entre abogado y tribunal (Ver video). “Si alguien se equivoca en algún trámite tendría que venir a buscar el observado, fijarse qué falta y volver a traerlo. En cambio, con este sistema corregimos todo en la computadora y el abogado se acerca al juzgado un solo día”, explicó Luciana Padelletti, asistente informática.
Marcelo Gallo Tagle, titular del juzgado civil N° 17 fue uno de los primeros en adoptar el sistema. “La utilización del email es para hacer más ágil y efectiva la comunicación, pero como es un vía relativamente cuestionable, lo utilizamos para aquellos trámites en las que no sea necesario la presentación de las firmas de las partes”, expresó.
Para el juez Portela, mandar y recibir documentos por correo electrónico agiliza tanto el trabajo del abogado como el del juzgado. Los documentos son revisados en pantalla y se pueden corregir allí (más fácil que en papel), y luego se pueden imprimir. De esta manera, el abogado no debe volver al juzgado en caso de error y, de ser necesario algún cambio, se lo puede contactar por correo electrónico. “Es importante que la limitación horaria del juzgado no existe más: todos los días de la semana, a cualquier hora, desde cualquier lugar donde pueda acceder a Internet, el abogado puede dirigirse al Tribunal”, concluyó Molina Portela.
De los 49 juzgados en el edificio de la avenida de los Inmigrantes, 39 optaron por utilizar el sistema completo de confrontes y escritos; 6 solamente reciben confrontes y 4 no adhirieron al sistema. Según afirmaron las fuentes consultadas, se está llevando a cabo gestiones con los juzgados del edificio de Uruguay 714, para que lo utilicen. Esperan que entre fin de año y principios de febrero, todo el fuero civil cuente con el equipo informático actualizado para adoptar el mecanismo. Según Marcelo Gallo Tagle, es importante destacar que esta es “una experiencia que empezó el juez Molina Portela por iniciativa personal y contagió a los demás”.